
Ferias y Fiestas en honor a Santiago el Mayor
Villanueva del Rio, Sevilla
25 de julio
Vemos amanecer desde las ruinas del castillo, mezclando la plata del rio, con el ocre de los trigales secos.
El maquillaje ajado, los zapatos de tacón en la mano, la flor se descuelga por el pelo descuidadamente, los volantes de mi traje de gitana exhaustos de tanta juerga.
Los fuegos artificiales dejan paso al alba, se van cerrando las casetas, se barre el albero y a los caballitos de cartón se les acaba la cuerda.
Más abajo se riegan los campos de maíz y los granados de la cerca, los membrillos, las higueras y sube un aroma a mastranto arrastrado desde la alberca.
La feria vive dos calles mas allá. La noria mecida por el solano, huérfana de la alegría arrebatadora de los chiquillos, exhibe sus colores a la mañana.
Ya no huele a algodón de azúcar, ni a garrapiñadas, ni a manzanas bañadas de caramelo (placer del engaño envuelto para regalo)
Se cambia al humo de los churros con chocolate, al café negro con buñuelos y aguardiente.
En las esquinas se recuestan los últimos borrachos que cuentan farolillos y lunares a través del cristal de la copa.
Los feriantes duermen a destiempo, callan las gramolas y los gatos escarban las basuras…
La feria enmudece mientras se abraza el sol a la cucaña.