miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un relato para el jueves



Odiando el otoño



Apareciste de repente en mi puerta sin cerrojos. Me observaste durante horas por las rendijas de sombra y luz de tu mirada, y te quedaste, como se queda el amor, sin pedir permiso.
Tú y tu rincón ocupando todos mis rincones.
Yo te dije... o no te dije nada, eso es lo malo. Pero me acostumbré a tu mundo callado, a tu respiración con compás de nana, a tu olor, a tu paso vacilante mientras recorrías la casa como si fueras mi sombra, y a tu indiferencia por los jazmines del patio.
Tú nunca te mirabas en los espejos y yo me miraba demasiado sin encontrarme.
Compartíamos los cuencos de barro, la manta de lana, la plata de la luna que filtraba la enredadera, la lumbre y la siesta.
Rara vez fui pródiga en caricias, lo confieso. A cambio, Tú ignorabas mis arrebatos de melancolía. No había porque enfadarse; la balanza de los sentimientos guardaba un absurdo equilibrio.
Llorábamos a solas, estoy segura. Nos dolía el miedo a perdernos. Era un intento trágico de independencia que nos hacía dependientes de la soledad compartida.
Y mi torpe empeño en que te gustaran mis poemas, mi tarta de manzana, o el otoño. ¡Qué insensible! Tú.
Ahora no se si en las tardes sin relojes era yo quien te buscaba para que pusieras barrotes a mi tiempo, o eras Tú, inquilino a deshora el que abría de par en par mis silencios.
Aun antes de oír mi risa, eras cómplice de mi alegría y mi regazo tu almohada en los momentos tristes...
Hoy el jardín está lleno de hojas amarillas, la fría enredadera invadió mi casa borrando de los muros tu paso por mi vida.
Estoy sin querer odiando, como Tú, el otoño.
Arrincono mi corazón con tus cenizas y cierro la puerta con cerrojos ahora que te has ido.
Habrá quien me pregunte si tanto te quería... ¡Si solo eras un perro!
Un perro... Mi perro llamado TÚ.

17 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Me ha gustado mucho!..confieso que al final me llevé una sorpresa, no imaginaba que se trataba de un perro...pero igual me resultó muy emotivo.

un abrazo.

Trini Reina dijo...

Y por qué no iba a ser un perro, si a veces alivian más la soledad que diez personas.

Me ha parecido un relato bellisimo al pricipio y sorprendente, y no menos hermoso el final.

Abrazos

Natàlia Tàrraco dijo...

Esta ausencia pesa en el corazón, la notamos sobretodo, cuando no está, un vacio, y esos ojos, esa cola que te saludaba, esa compañía muda y cierta. Muy emotivo, te comprendo. Bsitos

ralero dijo...

Qué tristes los otoños del alma.

Besos.

Viento dijo...

Uff me ha gustado, mucho o más. Es tierno y nostálgico a la vez... Creo que la muda amistad que os unía es mucho mejor que algunas de boquilla.

mar... dijo...

Que bonito Rosa.
Confieso que al principio creí que era el final de un amor, ¡y claro que lo era! aunque de otra forma al que imaginé, igual de sentido.
Un beso de Mar

MARU dijo...

Los amores entre humanos son distintos a los que sentimos por los animales. Ni mejores, pero tampoco, ni mucho menos peores...distintos.
Pero llenan y satisfacen plenamente.Sólo uien ha tenido un perro puede entenderlo..
Exuisita forma de decirlo.
Me ha gustado muchísimo!!!
Un besito

María José Moreno dijo...

Mi perra es una mis mejores amigas. Me sientoorgullosa de decirlo. Nunca me ha traicionado..el resto, casi siempre.
Enhorabuena Rosa.
Un beso

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yo nunca te he cuidado. Ademàs, a mì el otoño, me deja indiferente.
Soy un perro vagabundo, ya que entrè en tu vida y me fuì despuès, sin avisarte.
Como a perro, tù me quieres. Como perro yo te quise.
He colgado en algùn punto de este rastro, tu recuerdo.
No me esperaràs, sentada, entonces ni yo me volverè hasta tu regazo, como si me lamentara de algo.

Tèsalo

jose francsico dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
yonky dijo...

muy bello el suspenso poetico que le imprimiste a este relato, sensiblidad hacia un cariño perdido, donde queda aun el alo de su recuerdo.

saludos

jose francsico dijo...

Siemore fuè un miembro de mi por otra parte corta famìlia, siempre en mi desànimo y en la alegrài se encontraba a mi lado, viejo camarada de paseos, solilòquios, fustrqciones, nùnca un mal gesto, too lo contrario, me entendia cuando mi estado de ànimo me impedia el hacerlo a mi mismo.
Nùnca fue solamente un perro, fue siempre mi amigo, mi compañero, mi inquebrantale camarada.
Despues de catorce años siempre a mi lado el pasado otoño en el mes de Diciembre se fuè.
De verdad que entiendo la glòsa de amor que le haces.
Yo tambien odio el otoño.
Maravilloso el recuerdo que le dedicas, nùnca igual que el no lo haria, le olvides.

Anónimo dijo...

mira 0culta r0sa
una s0la palabra
G
E
N
I
A
L
medi0 bes0
y 0tr0 medi0
p0r que me da la gana

rosa_desastre dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Queria deciros que cuando escribi este relato, yo no tenia perro.
Dos años despues llegó a mi casa un callejero al que bautice "Churrete" y puedo decir que es eso... mi AMIGO con mayusculas, a cambio de muy poco.

He pasado por cada uno de vuestros blogs para comentar los escritos, pero no se que pasa que alguno de ellos no "me" admiten, o es que yo soy muy torpe y no se como hacerloooooooo.
Por ejemplo Mar, Natalí, Yonky, Gus...
Un abrazo a todos

Anónimo dijo...

Rosa, hoy estoy desempolvando frases, jaja, y este relato me sugiere: El perro es el mejor amigo del hombre.
Que triste es perder una mascota, hermoso relato con un poco de intriga al final revelada.

Besos.

Natàlia Tàrraco dijo...

Rosita dulce, prueba de nuevo, en mi caso estuve con el parato escacharrado y me parece que ahora ya furulla.
Gracias simpatica, dos bsitos, uno del Quinto, otro mío.