miércoles, 27 de abril de 2011

Relato de jueves "Noches de radio"




-Radio Boreal, son las tres de la madrugada, les habla Ro Dorado desde el 95.5 del dial, al filo del programa “Extraños de papel”-
Levantó la mano mirando al cristal y al otro lado entre vinilos, Federico, pinchaba la melodía que daba paso al programa. La sinfonía 101 de Haydn llamada Del reloj.
Íntima, repasaba el guión, inventaba la vida de los anónimos protagonistas elegidos de entre cientos de cartas. En los escasos tres minutos que duraba la música, ponía rostro a los renglones. Luego, su cálida voz arroparía la soledad multitudinaria de los del otro lado.
La taza de café, aliada en la tarea para disuadir al sueño, sabe del temblor de sus manos, sabe de la helada costumbre de perderse tras el humo mientras la noche le parcela el dolor.
Al reloj de Haydn le sobra tiempo. Ella sin embargo, mendiga al alba los últimos minutos.
No, no quiere llegar a su casa, a la rutina, a la felicidad de la tela de araña, al silencio, a la mentira que tiñe de desamor las paredes de su cuarto.
-Amanece… Desde Radio Boreal, Ro Dorado se despide colgando en las ondas besos de sol. Nos oímos mañana, cómplices, extraños de papel…-
Federico se quita los auriculares dejando a medias una canción.
La vida en la radio no se detiene.

18 comentarios:

ralero dijo...

Me alegra que, tras el "parón", tampoco se detenga en la cara oculta.

Besos.

San dijo...

La radio compañera no solo de quien la escucha sino tambien de quien la hace, rompe rutinas y soledades.
Maravilloso Rosa.
Un abrazo.

Liwk dijo...

Toda esa cadencia.
¡Me encanta!

Anónimo dijo...

Pero la radio, es alegría.
Precisamente porque la soledad existe y la vida sigue.

Me estoy preguntado precisamente por esa sinfornía. A ver si diera en youTube con ella.

Tésalo

Primavera dijo...

Muchas personas la usan por las noches cuando la soledad se hace mas palpable, cambia la rutina y alegra a esas personas que necesitan escuchar y asi no oir sus propio interior tan dificil.
Precioso relato.
Primavera

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Muy tierna historia detrás de esa voz que acompaña a los solitarios desde el otro lado del dial!...ella tiene sus propias soledades y nostalgias, claro que sí!
Un abrazo.

Natàlia Tàrraco dijo...

Boreal como la aurora, de rosados dedos.
En el éter la voz y la música acompañan muchas soledades, incluso las de quienes transmiten y comunican sin verles las caras más que en sueños desvelados.

Pude, finalmente comentarte Rosa, antes me lo negó el dichoso aparato. He disfrutado de esa sintonía de palabras llenas de vidas entre dos luces. Besito.

Alfredo dijo...

Ro, no se escapa de su condición de persona. Necesita otra Ro, que desde Radio Boreal, le acompañe a las tres del mediodía.

Como siempre pura esencia, en un texto que da una vuelta de tuerca.

Le echabamos de menos Sta. Desastre.
Besos

Manuel dijo...

Fantastico,Rosa, nos has puesto en el otro lado del espejo. Todos pensamos en nuestra relación como oyentes y tú nos traes ese apunte del que esta con el micro en la mano necesitando igualmente de sus oyentes.
Un beso

Medea dijo...

Rosa, que desastre, intentando acompañar a los insomnes, a los melancólicos y nostálgicos en la soledad de la noche para luego afrontar la suya propia, ellos la necesitan ella los necesita...Un beso amiga precioso texto de radio de papel.

Anónimo dijo...

Ella mendiga al alba los últimos minutos. Precisa forma de describir el sentimiento de quien acompaña la soledad de muchos mientras se resiste a que llegue el momento de encaminarse a la suya propia.
Precioso relato.
Un abrazo.

Juan Carlos Celorio dijo...

Fenomenal la atmósfera creada en torno a esa locutora de Radio Boreal (me encanta el nombre). Haces ver que como el lógico, quien acompaña a quienes viven esa soledad, esa profundidad de la radio en la noche es alguien como ellos.
Un beso Rosa.

Un par de neuronas... dijo...

Sigue por un lado y sigue por el otro, dentro del emisor y dentro del receptor... Todo fluye, lo bueno es dejarse llevar unas veces y frenar y detenerse otras pero a nuestro antojo o la buena casualidad.

Un beso, Rosa!

yonky dijo...

Evidentemente hay que ser muy especial para sostener una audicion por las noches.Tu personaje encaja extraordinariamente.Le distes el tono necesario para que el conjunto suene a melodia.
Y la brevedad punzante,a tu estilo,por supuesto

Cariñitos

CARMEN ANDÚJAR dijo...

La radio hace una gran compañía en los momentos de soledad, llena un hueco muy importante en nuestras vidas.
Un abrazo

Anónimo dijo...

NO SÉ EN EL AÑO EN EL QUE ESTOY. SOY MALO PARA ESO DEL RECUERDO. PERO SÍ SÉ QUE SONABA LA MELODÍA DE EL LOCO DE LA COLINA...¿LA RECUERDAS?...RADIO INTIMA DONDE LOS HUBIERE, RADIO LEVE DONDE LAS HUBIERE, RADIO PA´LA NOCHE DONDE LAS HUBIERE...RADIO PARA SOLEDADES EN LA NOCHE Y PARA LA NOCHE MISMA, RADIO DE PARONES SILENCIOSOS DONDE LAS HUBIERE, RADIO EN FIN...PERO NUNCA DIJO EL LOCO DE LA COLINA AQUELLO DE "BESOS DE SOL"....ESO ESTABA RESERVADO PARA LA ROSA DE LOS DESASTRES QUIEN ESTOY SEGURO QUE HUBIERA SIDO UNA BUENA VOZ EN LA NOCHE CON ESAS SUS FRASES ESCRITAS CON ESTRELLAS TILILANTES.
BESOS MEDIANOS.

casss dijo...

Pues no vayas a creer, que yo con gusto me pondría un programa de radio, para esas horas muertas cuando ataca el insomnio (es que desde que nacieron mis hijos,hace ya.... no he vuelto a dormir 7 horas seguido...)
Como siempre y sin repetirme por que sí, UN PLACER REENCONTRARME CON TUS LETRAS Y SUS COMBINACIONES EXQUISITAS.
BESOTES

Mamaceci dijo...

La vida y la radio no se detiene,y ella quisiera detenerse un poco más antes de que llegue la aurora y su soledad antes acompañada, cobre otro color.
Magnífico relato donde se palpa la emoción que conecta las voces de la radio con los oidos de los solitarios.
Besito Rosa