miércoles, 14 de marzo de 2012
El cine en el recuerdo
Peculiar banda sonora se oía desde todos los rincones, hilera de grillos rayando la cal como un ejercito enlutado y la luna arriba bañando el rectángulo de tapias que albergaba la magia de ser protagonista de las historias de los otros.
Rota la noche en los arriates, mi vestido de los domingos, tu primer pantalón largo, los jazmines azules y la prisa por ser mayor…
Así nos bebimos los veranos de la niñez, descifrando la trama de los amores imposibles, ganando las batallas con el séptimo de caballería, sintiendo en el cuello el roce de los colmillos de un vampiro en blanco y negro, la risa y el drama de cualquier payaso que con la luz apagada no sabe encontrarse…
El cine de la calle Córdoba, a cielo abierto, olía a pirulí de azúcar tostada, a colonia de violetas, a maizal recién regado en las lindes…
Giraba la rueda del celuloide devolviéndonos a la realidad en su última vuelta, y cuando se encendían las luces, desaparecía el león de la Metro, el señor que inauguraba pantanos y el anuncio de la chispa de la vida aprisionada en una botella…
Soltabas mi mano. De domingo a domingo, jugábamos a ser novios.
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24 comentarios:
Rosa ese cine de verano envolviendonos en olores a vida y esas manos enlazadas no se olvidará por muchas multisalas que abran. Momentos imborrables, sencillos y entrañables.
Biennnn estás aquí.
Un abrazo.
Me brota una gran sonrisa al recorrer tu texto, esa picardia que envuelve, cuando se apaga la luz y comienza la acción de vivir las historias por 120 minutos mas o menos. "y de domingo a domingo jugábamos a ser novios"
Un abrazo!
Tan real, Rosa...que me has emocionado. ¡Qué recuerdos! Y... ¡qué vivencias! Tiempos aquellos que no volverán. Pero es bello recordarlos.
Te dejo un abrazo.
Maat
P.D. Revisa tu correo, Rosa. A ver si lo he acertado. Gracias.
Es que aquellos cines eran el lugar de encuentro, el punto central de cualquier posible intercambio de manos y miradas.Entrañables recuerdos!
un abrazo.
En mi tierra, los cines al aire libre tardaron más, pero la última fila de los otros servía para eso mismo.
Rosa, como Pepe, cine de verano, cuando jugábamos a ser novios frente la pantalla parpadeante, donde otros y otras también jugaban. Inolvidables veranos que el león abría rugiendo.
Besito contento por la peli que me ha encantado.
Rosa, es alucinante, prácticamente todas las historias que llevo leídas sobre el cine, tratan sobre la nostalgia que todos tenemos de aquellos cines y aquellos tiempos en los que era casi la única diversión que había.
Creo que todos hemos quedado marcados por aquellos cines grandiosos y aquellas películas innmortales. Bellos recuerdos grabados en nuestro subconsciente y que de vez en cuando salen a darse un paseito
Un abrazo
Años bonitos, llenos de sueños que se cumplían en aquellas películas donde nuestro actor o actriz favorita nos hacía transportarnos a esos lejanos mundos llenos de amor y aventuras.
Muy bonito
ehhhh, volvió rosa de los desastres, volvió para asentarse y ser ella de nuevo, aunque esta vez en envuelta en el celuloide...pero ha vuelto diciendo que olía a pirulí y que habí un tipo que inauguraba pantanos y que el león se iba hasta el proximo domingo y que JUGÁBAMOS A SER NOVIOS DE DOMINGO A DOMINGO...
ha vuelto para contarnos con su estilo propio una peli que son muchas y en los cines de verano y ...
ay, si pudieras ahora coger a ese señor que inauguraba pantanos, seguro que lo ahogabas, y al tipín ese que daba la mano en la oscuridad le...
medio beso, rosa de los cuentos.
Un texto corto pero intenso, con un bello recorrido por los recuerdos de aquellos domingos de cine y un bonito final "de domingo a domingo jugábamos a ser novios". Un beso.
quien no ha vivido esas sensaciones que tan bien plasmas en tu relato.
Nostalgia sin el componene de tristeza, pero nostalgia al fin y al cabo.
Un beso
Rosa, como dice Nátali, hemos coincidido en la evocación de aquellos cines de verano al aire libre.Pero aunque el tema es el mismo, tu texto abunda en preciosas imágenes, como esa hilera de grillos rayando la cal o la rotura de la noche en los arriates que hacen que sea una auténtica delicia el leerte.
Un abrazo.
jeje... tiempos de antaño aquellos... un hermoso jueves de cine. un beso!
Añado Rosa...FELICITACIONES CRIATURITA, por muchos años, para muchas pelis. Besito cariñoso.
Bonitos recuerdos de cine de verano adolescente, contados con tu estilo, tan personal y lleno de evocaciones mientras giraba la rueda del celuloide.
Besos.
Una de mis primeras opciones tambien fue el cine de verano que tan buenos recuerdos me trae en aquellas calurosas noches de agosto. recuerdo el olor a jazmín de las moñas que se ponían las mujeres para impedir que los mosquitos de picaran jajaja.
besos
Lo he vivido en tus letras, es increíble lo que haces con las palabras, las hilvanas de tal manera que en tres renglones nos has hecho vivir una situación real...
Que bonito ese amor de cine de domingo...
Besos
muchos sueños, muchos encuentros, muchas fantasías
Vengo leyendo otros relatos y lo que noto es que a casi todos, este tema nos trajo añoranzas de otros tiempos.
El recuerdo de los cines de barrio o al aire libre donde todo era mágico.
Sin dudas este fue un lugar que nos marcó a todos de una forma u otra.
Emotivo y nostálgico tu relato Rosa.
Un abrazo.
Querida Rosa
Es impresionante tu forma de narrar, hace vivir tu cuento aún sin estar allí...
Quienes no jugaron a ser novios en el cine?... de alguna época
Abrazos de siempre.
Te sigo
La nostalgia, el recuerdo, las ganas de volver el tiempo atras... casi una constante en este jueves de repaso cinematográfico.
Como siempre tus letras, agregan poesía a todo lo que tocan.
besos
Un relato precioso, me ha encantado entrar en este cine que nos propones :)
Un abrazo.
Hermosos recuerdos Rosa, el cine de verano al aire libre es algo que yo no viví, anque lo he visto en peliculas nostalgiosas claro y comparto tu visión sobre la magia del lugar. Los veranos de la niñez transcurridos con prisa al amparo de ese rectángulo tapiado, que tesoro! afortunada sos en tenerlo.
Besote Rosa
El señor de los pantanos, un celuloide de cuarenta años y todavía no ha puesto el THE END...
Ese aroma de verano y de novio a ratos, muy bonito y muy fresco!!!
Un beso, Rosa.
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