Hacía muchos años que no me asomaba al balcón de luna, ese
que mi padre construyó para mí cuando aún tenía nuevecito el corazón.
Esta noche he vuelto a quitar las telarañas del tiempo, abro los postiguillos de mi querencia y preparo mis
manos para sembrar versos en el surco que va desde tu olvido a mi casa.
Van las palabras urdiendo pretextos mientras el atrapa
sueños mece sus plumas por los puntos cardinales de mi vigilia.
La luna, rotunda, cae sobre mi corazón viejo.
10 comentarios:
Hay que asomarse más a menudo a esa ventana.
Cuando es el momento hay que regresar a ese balcón, dejar que el olvido desteja las telarañas y bañarse con la luz de la luna que siempre nos llena de luz.
Hermosa prosa poética, sentida y emotiva.
Un beso enorme.
Hermosas palabras, emocionantes.
Un beso
Isa
Que suerte tener esa ventana, no la cierres.
Rosa, tus palabras siempre elegidas con perfección y manejadas con destreza. Eres una maravillosa escritora y soñadora.
Un beso.
Con unas palabras así... es imposible que tengas un corazón viejo.
Precioso...
Muchos besos
Hola Rosa: no me queda otro remedio que loar otra vez, tus palabras. Eres tan habil, tan diestra en escoger justamente las que van mejor, -yo diria que las únicas que pegan al texto- que hoy nos has dado, otra gran lección. ES una delicia pasar por tu blog, amiga Rosa(no desastre)
Mil abrazos, que te los mereces todos. Mira que estén todos. No quisiera haberme equivocado.
No importa cuanto tardes en abrir los postiguillos... Sabemos que siempre estarás tejiendo sueños con las palabras, con los recuerdos, con almas amigas...
Nada de viejo, por el espíritu de tus palabras sé que es joven y poeta!
=)
Bellas palabras forman tu atrapa sueños.
Besos
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