Gula
Va probando todas las viandas, se le sale la comida por las
comisuras, la grasa del bocado chorrea sus dedos, con gula se aprieta en la boca un trozo de carne, nueces y dátiles, montañas de fruta, dulces, chocolate rebosan
en bandejas de plata. Marisco, caviar, champagne… La bacanal durará toda la noche.
Las imágenes de un programa de televisión amargan los preparativos.
¡Que desagradable, Bautista, quita eso ahora mismo, que
asco, esos niños rodeados de moscas, famélicos, parecen marionetas rotas, dañan la vista!
Un poeta ajeno a la queja, recita:
“Tirante como pellejo de tambor,
sonando a hambre en
el reloj sin horas.
A penas se roza con
la débil tela de colores,
su panza negra se
sale del esqueleto, pedigüeña.
Grita la sed y se resquebraja el mundo que cabe en
sus pupilas.
Con los labios apretados cruje la quijada
y se retuerce la piel
en la frontera del grito.
Amamanta al aire,
mece al llanto, muere adentro
guardando el turno a
la palabra.
A las manos, cobijo de polvaredas,
vienen a morir los
deseos,
hartas de rezo para
dioses sordos.”
14 comentarios:
La tele no nos deja ni comer a gusto, vamos a tener que cambiar nuestros horarios.
Está claro que el pecador no tiene enmienda
Has tocado la fibra, y el pecado se convierte en un despertar de conciencias. Abrazos
Este mundo nuestro de gruesos contrastes es la prueba palpable de que el maligno y sus pecados existen.
Un abrazo
Esas diferencias abismales entre unos mundos y otrosque nos convierte a tod@s en pecadores de verdad, por no ponerle remedio.
Sin duda alguna tu texto es el claro ejemplo de la sociedad en la que vivimos, unos comer hasta reventar mientras otros mueren de hambre, comen mientras ven y sienten pena de quien no tiene... una realidad muy triste y dura... que es el pan de cada día...
Besines...
Qué cierto, Rosa, esa realidad que describes en el poema y esa más que indiferencia con que la contemplamos desde aquí. Bueno, algunos no, como tú has demostrado empatizando con quienes son víctimas de ese mundo injusto.
Besos.
Un mundo injusto y desproporcionado, Rosa. La avaricia y la opulencia de los ricos, frente a la miseria de los que no tienen que llevarse a al boca. Y luego nos extrañamos que vengan en manadas, centenares de personas en viejas e inservibles pateras.
Pero esta yá es otra histioria que algún dia tendremos que debatir.
Un abrazo y gracias por despertar conciencias.
Un lado y el otro del mundo. Un lado al que le sobran cosas que a otros le faltan y los mata.
La avaricia, la gula y la falta de solidaridad (que no es pecado, pero debería serlo).
Me ha tocado profundo este texto, ese contraste, ese dolor final. Uf!
Un abrazo enorme.
Sin duda has puesto el dedo en la llaga con tu relato.¿Cómo es posible que existan esos contrastes tan grandes y no seamos capaces de solucionarlos? ¿Pereza? ¿Avaricia? ¿Soberbia?...
Muy buen relato Rosa y la poesía es verdaderamente desgarradora.
Muchas gracias por participar
Un beso
Dura pero real reflexión la tuya. Un texto que deja pensando... llega, toca y hace centro.
Felicitaciones, un gran aporte sin dudas.
Un beso.
El personaje inicial de tu entrada me ha recordado el chiste aquel.
-"Métete los dedos y vomita si te sientes harto".
- Si me cupieran los dedos me habría metido dos albóndigas.
¿Que te parece la respuesta?.
En cuanto a la segunda parte de tu entrada, por contraposición, decir que produce una tristeza, una impotencia infinita saber que en un mundo con recursos para todos, unos pocos tienen lo que a todos nos corresponde.
Un fuerte abrazo.
Qué triste gula...
Que poesía tan, tan buena, una maravilla.
Muchos besos
MUY CONMOVEDOR...!
ABRAZOS
Porque la humanidad es tan injusta? Mientras una parte mueren de hambre otra sacian la gula y botan la comida. Me ha encantado lo introspectivo de tu texto.
Besos
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