A Simón le habían hecho un traje nuevo, con hombreras que le
hacían parecer más alto y más cuadrado.
Que su aspecto acojonara un poco, ésa
era la idea para la campaña. (La orden vino de arriba)
En la plaza todo estaba preparado, dos banderolas ondeaban
en la casa del tío Paco y la colcha del ajuar colgaba del balcón de Gertrudis la
solterona.
Los cuarenta y seis vecinos del pueblo se habían vestido de
fiesta.
La madre se Simón
llevaba días haciendo rosquillas de anís con las que agasajar a los
votantes el día señalado. Todo estaba a
punto.
Los alcaldes de los pueblos limítrofes fueron llegando a lo
largo de la tarde.
Los casi cuarenta grados del sur del sur, no fueron
impedimento para apoyar su candidatura...
Simón suda a chorros. Lo rodean tres matones contratados
para la ocasión.
Las octavillas aún huelen a tinta, vuelan sobre las cabezas de
los presentes y sólo algún privilegiado que sabe leer, aplaude las propuestas.
Las siglas pintadas de oropel se destiñen entre los dedos
quedando el partido huérfano de título.
A corazón abierto no se puede, le dijeron.
Y a Simón le fueron
despedazando las ideas hasta que le sangró la palabra.
Las alimañas ocuparon el estrado.
Volvió a ganar el enemigo.
14 comentarios:
A la mayoría de los que nacen a la política con sincera expectativa de trabajar para los demás, se los terminan masticando los politiqueros de carrera, especuladores de oficio que siempre salen ganando apostando al mejor postor, ideologías aparte, por supuesto.
Un abrazo
Muy bien tirado, voy a hurgar más por aquí.
Vaya... la dura realidad...
La realidad rompe todos los sueños ylas buenas voluntades.
Un abrazo
Antes pensaba que se metían en política por el afán de ayudar, ahora me he hecho mayor. Un abrazo
Así es, amiga mía, si no eres una alimaña y encima te dejas manipular en su interés (porque comienzas siendo nada más que un títere), nada hay que hacer.
Un beso, compi.
Suele pasar que algunos son transformados, en el camino que empezaron con ideales. Y otros no llegan. Aunque a veces hay algunas excepciones.
Saludos.
Desde luego que eso suele pasar, parece ser que la profesionalización de la política convierte a cualquiera en alimaña. Cuándo un cambio de verdad, pero de verdad con la gente ?? Uff no lo sabremos, nunca.
Gracias por tu campaña.
Un abrazo grande
Me surge la pregunta de ¿hasta que punto no somos culpables los electores de esa falsedad y profesionalización de la política? ¿De que nos cuadre todo y nos dejemos engatusar por casi cualquier cosa?
Me ha encantado la imagen de la tinta aún húmeda...si alguien coge ese papel y se mancha de tinta no deja de ser una metáfora de nuestra propia culpa al dejar el voto...
GUIÓN PARA UN CORTOMETRAJE.
ABRAZOS
Me ha encantado tu campaña, y es lo que tiene la política, que al final todo termina siendo una farsa.
Un beso.
Muchos casos en la historia demuestran la realidad de tu escrito...los portadores de ideales no llegan a cumplirlos ya sea porque acaban con sus vidas o porque acaban con sus ideales...al final nada bueno llega..bss
Políticos y alimañas, ufff dos palabras a veces sinónimas. Me ha encantado tu campaña.
Hola; un texto genial. Queda retratada la España de pandereta que tanto decía Machado. Y esas palabras de oropel, que, al fin y al cabo es eso... quedan los mismos. Un abrazo.
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