miércoles, 31 de mayo de 2017

Relato de jueves: Terrorismo







Plancha el uniforme una y otra vez para alisar las arrugas de la ausencia, tan difíciles de quitar, las arrugas que el dolor deja allí dónde  el entendimiento no alcanza.
Así cada día, segando el silencio con un soliloquio de palabras afiladas, guadaña de tiempo, hasta que su hija enciende la luz y apaga los sueños.
-Vamos mamá, mañana será otro día-
Ella se deja arrastrar de la tarde a la noche sin apagar el candil de su vigilia esperando, siempre esperando su vuelta.
Sin desdibujar la sonrisa, la puerta entornada, el delantal atándole la pena, el luto revistiendo sus huesos, las preguntas desnudándole el alma, muriéndose de a poco, sin dejar rastro.
En su cuarto, improvisado altar dónde reniega de Dios, lo espera  mientras  aspira el olor de sus cosas…

Lugar: Zaragoza,   España
Blanco(s):    Guardias civiles y familiares
Fecha: 11 de diciembre de 1987
Tipo de ataque: atentado terrorista con explosivos
Arma(s): coche bomba
Muertos:       11
Heridos:       88
Perpetrador(es):    ETA


13 comentarios:

Juan Carlos Celorio dijo...

Impresiona. Más cuando ese atentado nos tocó cerca, cuando acababa de concocer el lugar en que ocurrió, cuando uno imagina vivamente que pasó y ahora lee tu relato en el que aquello se sitúa en el presente.
Horrible hecho, buen relato.
Besos, querida Rosa.

Ester dijo...

Los muertos se llevan con ellos los sueños, los planes, los proyectos de todos sus familiares, no hacemos bien las cuentas, no vale contar muertos, hay que sumar vidas destrozadas, ojos perdidos, brazos que faltan, la ausencia de las piernas trocadas por sillas de ruedas, nos faltan amigos y nos sobran asesinos. Un abrazo

Campirela_ dijo...

Fuerte pero real y algo que jamás nos hubiera gustado que pasará , ojala las cosas cambien y las personas se den cuentan de que el terrorismo no lleva a ninguna salida sino a una destrucción y rebeldía .
Un abrazo .

Sindel Avefénix dijo...

Intenso, duro, triste y tan real. Qué placer leerte, Rosa, qué sensaciones se logran (esta vez fuertes) leyendo tus letras.
Un beso.

AdolfO ReltiH dijo...

DURO TEMA, PERO LA REALIDAD ES ASÍ... DUELEN TUS LETRAS.
ABRAZOS

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Las mayores victimas: los que quedan. Aquellos que han de vivir con el dolor y la impotencia. Lo has sabido transmitir de una forma que pone los pelos de punta. Muy bueno, besos.

Joaquín Galán dijo...

No importa el tiempo que pase,algo así nunca se olvida.
Desgarrador tu relato,auténtico para quienes lo vivimos día a día durante muchos años.

Saludos.

ibso dijo...

El dolor de los ausentes no lo entienden más que los que siguen sintiendo vivos a los amaron. Y si el desgarro lo produjo un acto violento y sin sentido, al dolor se le une la rabia, la impotencia y el desconcierto.
Una manera dura pero acertada de abordar el tema de esta semana.
Un saludo.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Muy duro. Esa familia le será difícil sobreponerse de algo tan cruel, aunque no les quedará más remedio que vivir con ello toda la vida.
Un abrazo

Campirela_ dijo...

La perdida de un ser querido siempre es dolorosa pero cuando es salvajemente quitada de esa manera tan cruel , es muy difícil entender el por qué , a mi .Un drama que por desgracia lo han sufrido demasiadas familias .
Un saludo .

yessykan dijo...

Cuando aprenderá el ser humano de que las guerras no favorecen a ningún bando. Lo único que dejan es muerte, hambre, sufrimiento y una gama de rencores inolvidables que se pasan de generacion a generacion. Muy real y emotivo relato, Rosa.
Beso

Fabián Madrid dijo...

Sin la aclaración final, podria haber sido otra cosa.
Muy bien escrito.
Besos.

Montserrat Sala dijo...

Hola Rosa: Me has hecho temblar de emoción, leyendo este crudo relato, reflejo de lo que fué la lucha con ETA.. Impactacte, amiga mia. Un abrazo fuerte,