Agosto del 69.
“El vestido sin bolsillos no
me sirve para guardar la luna…”
En un cuadernito iba anotando
frases sin sentido pensando que algún día
me harían falta. Ya ves, así todo en mi vida, guardar para mañana… ¡No
aprenderé!
En el silencio de las siestas,
mientras las chicharras desentonaban alto, yo jugaba al mar en el agua sin sal de mi cubo de
latón, en ese patio donde el sol duele
mientras cae por los tejados y adormila a los abuelos y a los gatos.
Calculando la hora a través
de la enredadera, esperaba a que apareciera calle abajo, el carro del heladero.
Los chiquillos, en
desbandada, lo acompañabamos en su recorrido hasta la plaza.
Allí abría la
cántara de metal revestida de corcho que guardaba el delicioso helado de anís.
Un tesoro que costaba una peseta.
Sólo quedó el efímero placer
pegado a los dedos y la escena para
siempre en mi memoria.
Escribí en mi cuadernito: “La
felicidad se derrite casi sin probarla, como el helado en agosto”
17 comentarios:
UNA LINDISIMA EVOCACIÓN, Y ESAS IMÁGENES QUE CREASTE...!!
ABRAZOS
Agosto del 45. Mi helado era mucho mas efímero, a pesar de no haberse derretido aun en la memoria. Un carrito con una simple barra de hielo, un rascador y unas botellas de colores.
Fresa, naranja, limón y zarzaparrilla. A elegir. Precio "un real".
Ahora, este abuelo adormilado, siente no haber tenido tu previsión de anotar en un cuadernito mis sensaciones.
Quizás por eso no soy capaz de escribir con la belleza y la sensibilidad con que tu has escrito esta entrada.
Besos.
Son distintos los sabores, el entorno, los detalles, pero nos iguala la nostalgia y el sabor helado de recuerdos similares! Qué linda evocación!
Un fuerte abrazo, Rosa.
Que emotivo y tierno el relato de esa pequeña niña que iba guardando sus lindas frases , me gusta la última en la que dices que la felicidad se derrite como un helado en el mes de agosto ..simplemente precioso.
Un abrazo y feliz noche.
Acabo de leer otro relato que también ha escogido la hora de la siesta para situar los recuerdos del personaje del heladero. De los dos no sabría decir cual me ha gustado más, son magníficos.
Del tuyo destacaría esas frases dignas de un libro de pensamientos filosóficoa.
Ya prometías.
Que bien que lo escribieras, hubiera sido una pena que lo hubieras olvidado, pues es una frase preciosa. Nunca he probado el helado de anís. Abrazos
Es un texto muy bien logrado, con atisbos de poesía, la verdad me a encantado, pues al leerlo me a aparecido como una pequeña musiquilla alentándome a leer aun más el texto y no es por que este escuchando la radio, si no por que el texto tiene un buen ritmo, es un texto diferente
excelente relato , imposible no sentir los colores, los sabores y la nostalgia por ese tiempo donde quedo esa sabia frase
Rosa, qué maravillosa forma de recordar. Estuve tentada de hacer un relato situado en la misma fecha que el tuyo, en la hora de la siesta y con el carrito del heladero, porque al final todas tenemos casi los mismos recuerdos.
Un abrazo amiga.
Que tierno y encantador relato, Rosa.
Un texto cargado de las mejores añoranzas de tu niñez con ese carrito del heladero. La imagen es lindisima.
Saluditos
Añoranzas de la niñez, ternura en tu relato, muy buena tu aportación,
Besos .
Que cosa más bella!!! Derramas a raudades nostalgia y sensibilidad, me quedo con tu ultima frase: la felicidad se derrite como el helado en agosto....Sublime, besos.
Interesante lo de escribir las frases que surgen. Y no está mal esa final.
Saludos
yo lo hago a diario escribo sin pensar y luego te siente orgasgicamente fenomenal
En las añoranzas gratas está la raiz de la vida, lo que fuimos y vivimos es el verdadero alimento. Muy bonito.
Saludos.
Que la felicidad dure algo más,que no guardemos para mañana,disfrutemosla HOY.
Besos.
Que la felicidad dure algo más,que no guardemos para mañana,disfrutemosla HOY.
Besos.
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