jueves, 3 de septiembre de 2009

Un relato de jueves


SOLILOQUIO


Jugar al desconcierto... eso ponía en mi tarjeta. Que absurdo, pensé mientras miraba de reojo a los demás participantes queriendo adivinar en sus caras el fastidio de lo que les había tocado en suerte.
Todos tenían esa mirada vacía de los que nada tienen, todos se dejaban arrastrar por el sin sentido... y yo allí cerrando el circulo de los idiotas sin mas poder de decisión que el silencio y la quietud. Copiando sin querer lo absurdo del instante, sonreí para afuera.
Me aceptaron.
No se en que calendario se miran aquí los días, ni se si son cuatro realmente las paredes que me encierran. No sabría decir sin equivocarme que es un mirlo negro el que me muerde el corazón cada noche, que vive en el alero de mi pasado y revolotea desorientado con sed de respuestas.
Me asusta. Me hace daño.
Tampoco sé a donde llega la escalera, a veces me da la impresión de que me sube por la espalda como una caricia y que pies ensangrentados suben y bajan por ella sin descanso tiñéndome de rojo.
A mi no me gusta el rojo ni los peldaños sin destino.
Ni que decir tiene que yo no estoy loca... aun puedo medir el tiempo con las agujas de la ausencia. Si tu no estás... se detiene.
Y la esfera caliente y amarilla recorre mi cuerpo de este a oeste creyéndose un sol... Cordura redonda que me seca las lagrimas a destiempo.
Hoy es verano, pero mañana y ayer fueron turnándose entre hojas y vientos por buscar un nombre a la estación extraña que me vio nacer. Morir es lo mismo... eso me dice la sombra.
Hoy me pusieron una bata sin bolsillos... donde voy a guardarme ahora la luna? Creen que lo que me escondía era el prozac....
Mil vueltas al patio, y un solo árbol para cobijar los sueños. Somos muchos para jugar al desconcierto y no cabemos en el azar.
¿Quién gana aquí?
Los otros no tienen nombre.
Yo si.
Yo soy Rosa Desastre (licenciada en cacerolas)
Y hoy es tres de septiembre del 2009.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, eso es primero, por haber participado en esta ocasiòn, que es las primera.

¡Asì es que, sonrèiste! ¡De puro perplejo te has reìdo! Ademàs, ahora resulta que te aceptan ademàs, sin màs, desde un principio.
Me ha parecido muy bien y muy sencillo.
Buscan, estas estaciones del año, golpeando tu memoria con hojas y caricias que hace el viento, que te acuerdes, donde y cuando tù naciste.
Son muy buenas.

No està demostrado que sea tan bueno, tomar tanto Prozac. Te miraràn debajo de la lengua, què manìa.


Este relato que has colgado, me gusta mucho pero me pone muy triste, mis ojos me piden vìa libre, sabes, Rosa...

Dorotea dijo...

Te seguiría por el patio, Rosa, pero todavía no he alcanzado ese nivel de libertad. Estoy entre cuatro paredes, cuatro o cuatrocientas por haberlas contado tantas veces. La pantalla es otra pared que parece abrirse y luego te sujeta igual que las demás.
Muy sugerente tu reflexión,
un abrazo.

mar... dijo...

Ya lo dijo Sabina, tardaré en olvidarte diecinueve dias y quinientas noches.
De verdad que somos muchos para jugar al desconcierto, por eso no debemos nunca olvidar quienes somos, ni nuestras licenciaturas, no vaya a ser que un día de estos nos encontremos sin bolsillos donde poder esconder la luna.
Me ha gustado mucho
Un beso de Mar

casss dijo...

Parece tan real.... que por un momento me lo creí,,, y me fui caminando contigo a jugar a ese juego (juego???).
De poetas y locos...
Me alegro de leerte y de que hayas participado en esta propuesta de Tésalo. Un motivo más para venir por aquí.
Un fuerte abrazo.

Tengo cuatro bolsillos, uno siempre me lo reservo para guardar la luna....

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Estupendo, Rosa, estupendo!...has logrado emocionarnos mostrando las distintas aristas de lo que llamamos locura o cordura, según se mire! jejeje


un abrazo.

ralero dijo...

¿Dónde guardar la luna cuando nos han arrancado del alma noches y sueños? Bajo la lengua. Así con los crepúsculos de aguas negras podremos engañar a Caronte.

Conmovedora prosa poética ésta.

Abrazos.

Trini Reina dijo...

Un relato que nos transporta a un lugar que casi todos, con pequeñas diferencias, alguna vez hemos transitado. Y lo que nos rondará y rodaremos...

Magnifico texto, Rosa. Un placer leerte

Saludos

eva pardellas dijo...

increíble como se puede rozar la locura...y la cordura....a través de tus líneas...un relato de,lo mejorcito....y bastante bien logrado...eres fantástica...mil besos amor!!!

María José Moreno dijo...

Qué emoción he sentido al leerte. Me ha gustado mucho tu relato o tu realidad o tu relato-realidad.¿Dónde está la verdad? Esto es de locos, nunca mejor dicho.
besos Rosa

jose francsico dijo...

Nunca intentes descolgar la luna para ocultarla en un bolsillo, dejala donde está para que te siga iluminando y nos puedas seguir aportando esa cordura que se adivina en tus escritos.

Por favor, aparca la tristeza y retoma tu alegria de otros magnificos poemas

J. F.

jose francsico dijo...

Por favor !, no no lo hagas, no descuelgues la luna, dejala donde está, no la guardes en ningún bolsillo para que siga iluminandote y puedas continuar con estos poemas que tanto bien hacen a los que de alguna manera somos fieles seguidores tuyos, aunque en mi caso mi recorrido junto a ti sea más bien reciente , pero no por ello menos fiel.

J. F.

Mimí- Ana Rico dijo...

Plas, plas, plas.
Lo mejor que he leído tuyo, Rosa.
Me has dejado con la lengua pegaita a la pantalla con esos juegos de palabras.

Un estruje de loka a loka.

Anónimo dijo...

Que desastre ROSA, mejor que no ocultes más la luna así la disfrutamos todos, tu chaqueta blanca combina bien con el verde de mi piel, me la podrías prestar.

Excelente tu relato. besos.