miércoles, 27 de julio de 2011

Vicio confesable



El cristal tamiza a veces la luz rara del atardecer y un distorsionado sol se mece en los restos de las botellas como si fuera un naufrago.
En las estanterías de su memoria se apilan con doloroso orden los amores fracasados.
Bebe para recordar.
No sabe que hacer con tanto silencio.

4 comentarios:

San dijo...

Llenarlo de música y de color y de amigos, de todos los amigos que la o lo rodean.
Un abrazo a esta cara rosa de la luna.

Lupe dijo...

Buscarse a si misma. Seguramente, vale mucho más que todos esos amores fracasados juntos.

¿Te he dicho alguna vez que me encandilan tus metáforas? Si, ya lo sé. Repetitiva que es una. Jajaja

Un abrazote.

Maat

Neogeminis Mónica Frau dijo...

La soledad no es buena compañía en esos momentos de depresión. El alcohol tampoco.
Un abrazo

jose francsico dijo...

Mala cosa es apelotonar recuerdos de un amor naufragado, peor aún abismarse en un silencio no querido.

Que la luz del atardecer entre en la estancia de forma límpida sin tamizarse en botellas que no lleven mensajes de esperanza y alegría.

Núnca se recuerde tras el Chivas, pues el resultado será la mortificación.

Lo has vuelto a conseguir.

Eha !, pues eso que un beso.

J. F.