miércoles, 11 de julio de 2012
Relato de jueves: "Marcados por el 5"
Siempre lleva cinco piedrecitas en el bolsillo, con ellas, ajusta los días de la semana, descontando el rojo festivo de los calendarios.
Cinco años sumados al reloj vacío de una vida que le vino regalada el quinto día de un mes de mayo.
Se apellida Quintillo, Quintiliano Quintillo, inquilino del módulo V en la cárcel de mujeres. He dicho bien, mujeres.
Fue un proceso largo, pero un día despertó llamándose Adela.
Se borró con ácido las huellas de su dedo de señalar para no culpar a nadie, y decidida, la mató.
Le agujereó la vida con la sana intención de sembrarse en sus entrañas, nacer de nuevo y que la aceptara hembra, sólo por eso.
Cuando se desangró del todo, a la semilla huera de la cordura se la llevó el viento
Y Quintiliano Quintillo se entregó la mañana aciaga del 5 de julio.
Adela, bajo cinco llaves, por fin es libre.
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17 comentarios:
Un cinco muy trágico, como para no olvidarlo.
BESITOS.
Rosa, no me mentes al Quinto, Quitiliano...de la celda cinco, que me da mal fario.
A uno lo nacen sin preguntarle el sexo, y luego es complicado convivir con el no deseado, esquizofrenia segura y cinco piedrecitas en el bolsillo para entretenerse contando.
Un relato que inquieta y revuelve, expuesto sencillamente magistral.
Besito.
A veces es dificil aceptar la realidad y que otros la acepten.
Buen drama
Un beso
Estremecedor relato en el que la infelicidad de una identidad equívoca busca renace en libertad,aún entre rejas.
Un abrazo
Por suerte, en la gran mayoría de las ocasiones existe sintonía entre el sexo y las inclinaciones naturales, porque cuando esto no sucede, como en tu magnífico relato, el nivel de sufrimiento debe de ser terrorífico.
Un abrazo.
Alcanzó esa libertad a un precio muy caro y trágico.
Excelente trabajo
Comparto con Luis, un precio muy alto.
Cuanto sufrimiento en pocas palabras, eso lo hace un gran relato.
Un abrazo.
Cuando el alma que baja del espacio divino encuentra un cuerpo errado, pasa lo que pasa...
En la cárcel pasó sus días, la pobre.
Muy buena historia. Bravo por ti.
Cafelito doble.
Quizás ya estaba en la cárcel antes de entrar. Buen trabajo
Sólo cambió una cárcel por otra y seguro que en ésta se encuentra mejor, bajo cinco llaves pero libre.
Un beso.
Un enfoque distinto y una manera nueva de abordar este 5, que viene sumando relatos variados.
Es dura la historia pero muy bien contada. La libertad es relativa... pero cada uno siente en lo profundo de qué cuestiones necesita sentirse libre.
Me encantó leerte.
Cinco besos:
Gaby*
Muy duro pero real.Como han dicho mis compis salió de una cárcel para meterse en otra, pero seguro que se encontraba más a gusto en su nueva vida.
Besitos.
Bien por Adela y su libertad. Lo otro ya es pasado.
Bello y trágico Rosa, bello.
Un abrazo.
quintiliano tenia su destino marcado. El quinto mandamiento es NO matarás...y no supo entenderlo
quintiliano tenia su destino marcado. El quinto mandamiento es NO matarás...y no supo entenderlo
Sabes, serán mis inconexos resortes mentales, pero yo he visto a Anthony Perkins en PsicosisMe encantó el detalle de borrarse las huellas dactilares.
Besos, Rosa.
Querida Rosa...mi padre se llama Quintiliano..jejej me ha encantado verlo escrito.Todos estamos muy orgullosos del nombre ,el el que más.Mi madre le llama Quinti.
Besos
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