miércoles, 4 de julio de 2012

Relato para el jueves: "Fantasías secretas"




Cada vez que huelo el bourbon me dan ganas de vomitar.
Tengo la sensación de que el suelo se ondula como si estuviera anclado en un malecón de humo.
Noche tras noche soltaba amarras en su mente y en mi teclado se fraguaba un mar de melaza.
La travesía comenzaba con un vaso a medias y una sensual melodía acariciando mi nuca.
Louis Amstrong y el bourbon a sorbos pequeños hasta que, borracha, me desnudaba para él, formando parte de su fantasía…
Me creía la musa de sus caldeados sueños, pero cuando se evaporaba el alcohol desaparecían sus barcos de papel detrás de la pantalla.
Sólo soy un náufrago en la orilla del desencanto dónde otras sirenas perdieron, como yo, la marea.

23 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Es bueno perder la marea si equivale a perder la cabeza. Y, que nos quiten lo bailado.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es que hay demasiados capitanes sin escrúpulos, piratas desquiciados que sólo buscan atrapar más y más sirenas...y el bourbon ayuda, claro que ayuda...
=)

Un abrazo

Juan Carlos Celorio dijo...

Falsas fantasías, logradas bajo los efectos de sustancias alucinógenas.
Me gustó. Besos Rosa.

Fabián Madrid dijo...

Más parece la fantasía de él que la tuya. Bien escrito

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Ay el alcohol, compañero de fantasías inaccesibles; pero cuando desaparecen sus efectos, se acabó todo, una pena llegar a ésto.
Un abrazo

José Vte. dijo...

La vida, detras de un vaso de bourbon, es otra vida. Siempre, tras varias horas de loca alegría, llega la auténtica realidad, más o menos amarga. Claro que si es Louis Amstrong quien te susurra al oido con su voz rota una canción, seguramente sea una ilusión que se torne inolvidable.
Al menos quedarse con lo bueno de la borrachera.

Un abrazo

tereoteo dijo...

El alcohol ayudó a vivir una efímera fantasía, lo malo es el después de los despueses, el vacío que nos queda.
Besos, amiga

Matices dijo...

EL Bourbon como aliado de fantasías ajenas y claro después, varada y sin recuerdos...
Me gustó, no todas las fantasías propias o ajenas son buenas si se sufre en ellas.

Besos

San dijo...

Fantasias de otros, esas que dejan sabor amargo, esas que no gustan, que no hacen feliz. !demasiadas por el mundo!.
Bello, Rosa.

Natàlia Tàrraco dijo...

La debilidad del ser humano, sus flaquezas, las nuestras, a veces se bañan en ensoñaciones que luego escuecen porque se evaporan y todo da vueltas.
A veces, como decía Horacio, es bueno perder la cordura...siempre y cuando no hayamos perdido la cuerda. Somos fragiles.
Genial, con profundidad intensa.
Besito Rosa de mis entretelas, lo bien que escribes y transmites y dejas elocubrar.

Cecy dijo...

Como en toda fantasía, también están las desquiciadas a efectos con ayuda.
Que al evaporarse corre riesgo de naufragio.

Un abrazo.

Gaby* dijo...

Muy buen escrito Rosa... donde se desnuda una fantasía ajena, tomando lo que quiere, lo que puede (además del bourbon)y dejando resaca de recuerdos.
Un beso al vuelo:
Gaby*

Any dijo...

Bueno guau! como siempre que paso por aqui el texto me atrapa.
Otra víctima de la virtualidad? alentada por la soledad tal vez, la ilusión y el alcohol. Con Don Louis sonando de fondo. Con toda la pena de aceptar finalmente que no era la primera, ni la última.
Muy bueno
un abrazo

Unknown dijo...

jeje... esa fantasía es genial... la música transportándonos hacia lugares increibles! un beso!

Anónimo dijo...

Se me ocurren, Rosa, algunas interrogantes. ¿Cuanto tiempo duró la travesía?, ¿Cuantas borracheras?, ¿cuantas veces quedó subyugada por la atmósfera sensual que se creaba a un lado y otro del teclado y la pantalla?. Es peligroso dejarse atrapar es esas redes. Al final queda una sensación de asco y ganas de vomitar.
Magnífica aportación para esta convocatoria de secretas fantasías.
Un abrazo.

Cristina Piñar dijo...

Una fantasía con sabor agridulce, más bien lo primero. Encima entra en juego el factor alcohol y al parecer una y otra vez ¡pobre mujer! Un beso.

Tyrma dijo...

Lo acídulo también es necesario, ayuda a ver la luz del día, y a dejar el alcohol si es menester.
Me ha gustado mucho tu aportación.
Un beso

Sindel Avefénix dijo...

Un relato fuerte, con una fantasía más ajena que propia encubierta en la necesidad. Me provocó tristeza.
Excelente desde el inicio hasta el fin.
Un abrazo enorme!!!

Ana dijo...

Las fantasías buenas son las que crean los sueños y no el bourbon, porque como dice Carmen, cuando pasa su efecto la fantasía desaparece. Muy bien contando.

BESOS.

censurasigloXXI dijo...

Música y alcohol, tan efectiva su mezcla tanto para las buenas fantasías como para las malas y dolorosas...

Un besito, Rosa, y cafelito con hielo!

María José Moreno dijo...

Preciosa manera de describir la humillación ante las fantasías de otros, o por lo menos así lo he sentido yo. Un besazo amiga

Manuel dijo...

Uhmmmm,malo si se necesita del bourbon para ser quien quiere uno ser...
Un beso

Luis dijo...

Es una pena que algo más y no solo la imaginación le sirva para crear esa fantasía.
Excelente aporte