Escucho “Amarguras” de
Manuel Font de Anta. Acordes que se cuelan por el entramado de la enredadera de mi
patio, vienen de la casa vecina, hermanados, nos repartimos la música, la luna, el
maullido de los gatos y el olor de las celindas...
Es Jueves Santo.
Ya se ha ido el sol, se recostó detrás de la torre e hizo un
trueque con la noche, mansamente, pasando del azul al magenta y luego al rojo sangre que como un cuchillo de horizonte divide al mundo.
El azahar se descuelga ajeno al milagro y a la cadencia de
la mecedora que chirría en su vaivén invocando al sueño.
Huele a mi madre…no sé de dónde llega el
olor, pero es de mi madre.
Me quedo alerta esperando su llamada, atenta de oír su andar
pausado y torpe, expectante a la caricia de su mano en mi hombro… pero es sólo
una amalgama de sentires la que me arrasa la mirada en esta vana espera.
Mi madre se fue hace mucho aunque yo la espere cada instante
de mi vida.
Humo de incienso, pan ácimo y vino en la última cena, tambores,
llanto de corneta al silencio, nazarenos de ruán, cera…
Soledad sola, la mía.
9 comentarios:
Hermoso! Nostálgico y suave viaje por tu mar de recuerdos, en una escena llena de sensaciones visuales, musicales y aromáticas.
Siempre me emociona leerte lo que sea que escribas siempre me toca el alma.
Un beso enorme.
Un Jueves Santo descripto con tus gloriosas letras, es para rezar con él, todos los jueves.
vibrante de toda sensación.
un fuerte abrazo y gracias por visitar mi balcón
Me ha conmovido tu texto. Tiene magia. Tiene autenticidad. Tiene sentimiento.
Gracias.
un fuerte abrazo
Preciosa esa descripción que has hecho de amalgama de sentires olores y sensaciones. Entiendo lo de tu madre, a mi me pasa lo mismo, a veces esperas que aparezca.
Un abrazo
Un texto hermoso, pleno de una delicada sensibilidad, donde los aromas, los sentimientos, los colores, las sensaciones todas, se agolpan cual racimo de ternura. Bellamente narrado, con esa prosa poética que te distingue.
Siempre un placer leerte Rosa.
Besos!
Gaby*
Rosa, me has emocionado hondamente. Tengo una sana envidia, lo confieso. Yo quiero escribir así y me esfuerzo en lograrlo, pero todos los intentos son fallidos. Admiro tu prosa poética y el mundo de íntimas y sutiles sensaciones que transmites a través de la misma. Tres veces he leido tu texto y sé que no serán las únicas.
Un fuerte abrazo.
No sabes como te entiendo...
te entiendo
tu texto me ha llegado
el aroma que sale de la gente se reconoce con el alma
saludos
También extraño algunos aromas. Me encantó tu texto. Saludos.
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