jueves, 22 de octubre de 2015

Relato de jueves: "Chantaje emocional"





Otra vez...
Caminó igual que otras veces hasta agotarse.
Un cartel de neón anunciaba horarios de salida y llegada de los trenes.
La envolvía el sonido metálico de la voz anunciando destinos e inconscientemente viajaba de un lado a otro desde el humo de su taza.
Efímero muro ese humo que detiene el viaje de sus pensamientos.
Otra vez la cobardía, o el miedo. Y otra vez, agachando el alma y la cabeza, volvería a casa.
Otra vez mordería la rabia y haría del silencio un vestido de fiesta.
Otra vez ensayaría la sonrisa y la caricia.
Otra vez la mentira le desgarraría las paredes de la razón, dejando a la intemperie una realidad muerta. Otra vez, otra vez, otra vez...

Murió de una sobredosis de infelicidad. Ahora es un cadáver sin carné de identidad y el análisis de ADN no concuerda con el comentario de sus vecinas.
Nadie conocía su adicción al sufrimiento inútil.



18 comentarios:

Sindel Avefénix dijo...

Terrible final, una muerte que no quisiera tener jamás. Casi auto impuesta por la cobardía, o los miedos que nos traen nuestros propios chantajes emocionales.
Siempre hay un nuevo camino para recorrer, si logramos vencer los miedos y aceptar las pérdidas, se puede. Lo digo por experiencia propia.
Un beso enorme. Ha sido un placer, como siempre, venir a visitarte.

ɱağ dijo...

Muerta en vida. Lo más terrible que puede haber sobre todo si es un "suicidio" pero a veces nos falta la voluntad, nos puede el miedo... O las inseguridades... ¡Mil cosas!
Pero se puede salir de esa oscuridad pues solo en ella puede verse la luz.

He percibido esa sensación de la protagonista, la verdad.
Un placer.
Besos.

San dijo...

De puestas a fuera nadie puedo entender, ella ya se ocupada de ocultar. Aunque si uno se detiene un segundo, los ojos dicen lo que los gestos ocultan. Mágnifico Rosa.
Un beso.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Terrible adicción.

Bien contado.

Tracy dijo...

Eso es lo peor, ¡Vaya final!

Ester dijo...

Que triste no saber, no poder poner punto y final al principio. Un abrazo

Diva de noche dijo...

En estos tiempos en que la conectividad por maquinas ha suplantado en muchos hogares el afecto, la infelicidad esta de moda...a pesar de tener que poner sonrisas con crayones de cera...o vestirse de seda para ocultar el gusano que te arruina la vida...e fin...tiempos difíciles para vivir y hasta para morir..besos jueveros

Anónimo dijo...

La infelicidad puesta en primer plano, expuesta al lector bajo la potente lupa de tus letras.
La cobardía, el miedo, la impotencia trayendo la infelicidad como compañera de viaje. ¿Qué extraños mecanismos nos someten hasta el punto de frenar nuestro camino hacia la felicidad?.
Un fuerte abrazo.

AlmaBaires dijo...

Que temor ese final... el peor de los castigos.

Un beso.

Verónica dijo...

La cobardía nos obliga a no intentarlo y es más triste no tener el valor
Abrazos

PEPE LASALA dijo...

La infelicidad puede apoderarse de las personas, entrando éstas en un rol que engorda sus propios malos augurios.Es como hacer cada vez más grande la bola. Me ha encantado Rosa. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

pikxi dijo...

Muerta por dentro aunque por fuera pareciese feliz. Hay una frase, que oí en una obra de teatro que dice "Si tu vida es una carcel, tú eres la pared, el barrote y la llave...... Nunca será tan malo como lo pintan".
Un saludo.

AdolfO ReltiH dijo...

EXCELENTE CREATIVIDAD!!!!!
ABRAZOS

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Muy cierto. Hay personas que pareciera que disfrutan el sufrimiento. Muy triste y dañino.
Un abrazo

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Si pienso que hay personas enganchadas a la infelicidad y el sufrimiento y que hasta se regocijan. Muertas en vida, es triste pero es asi. Tu telato es precioso por su dureza. Besos.

MOLÍ DEL CANYER dijo...
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Juan Carlos Celorio dijo...

Qué barbaridad, Rosa, qué manera de contarlo. Si los médicos tuvieran la certeza, habrían diagnosticado esa sobredosis de infelicidad que solo diagnosticáis los poetas, quienes sabéis que ella no pudo evitar su final porque la detuvo un efímero muro de humo.
Una semana más me encantó.
Un abrazo, amiga.

casss dijo...

Tu forma de decirlo, tiene siempre ese encanto aun en lo más doloroso, aun anunciando que murió de sobredosis de infelicidad...
un fuerte abrazo Rosa y brindo, porque pase cada vez menos.