Arquea la espalda en simulacro
perfecto, como si parara el gol de la victoria.
No se paran los sueños en el
espacio que hay entre sus manos y el larguero de la cama.
Agita los brazos, agita la rabia
y se difumina el dolor dando paso al sueño.
La morfina cumple con su parte.
La otra parte grita desde dentro
hasta desbaratar la razón.
No hay derecho. No. Sólo es un
niño.
La vida se apunta un tanto, ¡por
hoy hemos ganado!
Cara o cruz…nadie quiere jugar
contra el cáncer.
El árbitro de todos los partidos,
dicen que se llama Dios.
7 comentarios:
¡Qué duro, pero qué bueno!!!
Este Arbitro tiene sus razones. La vida es incomprensible, rara. Abrazosss
Un partido trascedente que se juega a todo o nada. Muy apropiada metáfora . Un abrazo grande 😚
Un partido para estos genios de la medicina estudiosos del inmunosystem cellular , no se si le ganan pero estan metiendo algunos goles. Los demas estamos en sus manos. Muy buena observacion.Un abrazo
Claro que no hay derecho, nunca lo hay.
Ese arbitro parece comportarse arbitrariamente, en muchas circunstancias.
Hay que celebrar los goles médicos, que menciona javier miro.
Un abrazo.
Rosa, sin ánimo de ofender a nadie, hace tiempo que no quiero ese árbitro en mis partidos con la vida. Pienso y así lo manifiesto, que si existe está durmiendo la siesta desde hace siglos. Ese niño es la prueba. No ha sido libre para elegir su enfermedad. Esta no es consecuencia de su libre albedrío. No es culpable de nada, como no somos culpables de maremotos, terremotos, ríos de lava, interminables sequías que traen aniquilación y muerte.
Un fuerte abrazo.
Muy bueno el relato... Hay cosas en la vida verdaderamente importantes...
Muchos besos.
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