jueves, 14 de octubre de 2010

"Aciertos y equivocaciones" Relato para el jueves




Dudaba si contarselo a mi madre, temí que su ya precaria salud no aguantara la noticia. Quizás fuera la última vez que me diera consejo y seria quizás la primera, que yo no le haría caso.
Ella sabía que algo pasaba, no me miraba de frente y sus ojos achicados por los años, desviaban mis explicaciones a lo oscuro. No hay tiempo para adornar el silencio. No lo hay, madre.
Entonces, poco dada a los abrazos, me acunó por una eternidad antes de la única pregunta. ¿Porqué?
Ni un reproche.
Caminé sin mirar atrás. No supo si lloré.
La gente tiene razón… fui cobarde. Igual mi suicidio fue un error.

14 comentarios:

Dafne dijo...

Me quedo sin palabras..y con unas ganas terribles de llorar.
Precioso,no hace falta que digas nada más y yo tampoco.
Besos!

ralero dijo...

Sorprendente final. Y todo el texto, terrible.

Abrazos.

Natàlia Tàrraco dijo...

¿Para qué darle ese disgusto antes de tiempo? De todos modos se equivocó, porque a la madre tuvo que aniquilarla su decisión y su silencio.

Dentro del corazón nos ven las madres, intuyen. A ese acto sin vuelta atrás muchos lo llaman cobardía, tal vez...pero al juzgar sin ser sin conocer sin estar en esa persona, pueden EQUIVOCARSE.

Rosa, breve, intenso y estremecedor este relato, describe una duda que jamás tendrá respuesta, esta no, ¿otras?

Alfredo dijo...

Dura secuencia, difícil la vida del que sigue viviendo.

Corto, pero te deja paralizado.

Besos

Ardilla Roja dijo...

Hola, Rosa:

Tu texto deja la sangre cuajada. Se clava dentro. la escena me ha recordado a la película "Buenas noches, madre". Acabaa así. Tremendo para una madre.

Un abrazo.

Un par de neuronas... dijo...

Así lo sintió y así lo hizo. Tomó la única salida que halló. Fue muy valiente.

Beso.

Por qué no quitas la verificación de la palabra en la configuración de tu blog, retrasa mucho los comentarios. Es una sugerencia, yo ya lo hice.

Primavera dijo...

Uff el problema es que con esa decision les dio de lleno a las personas qe le querian, que jamas levantaran cabeza con ese decision equivocada, el suicidio trae problemas familiares muy doloros, se culpan por no haber estado o no haber actuado...
Un buen relato que te deje impactada.
Primavera

María José Moreno dijo...

Es cierto coincidimos en el tema, pero quizás con distint motivo el resultado es el mismo. Sabes, siempre me he preguntado, se darán cuenta momentos antes de que se han equivocado y ya no hay vuelta atrás.
Ahora mismo el suicidio es la pricipal casusa me muerte en jovenes, mas incluso que los accidentes de trafico. Una pena.
besotes

Gambetas de lana dijo...

Terrible y terriblemente bueno.

casss dijo...

Perfecto. Conmovedor.
Qué indicará que se es un suicida potencial?
Tus secuencias de imagenes se suceden escuetas pero elocuentes. Con acierto nos llevan a la reflexión.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

todos tenemos estilos...asi es la percepcion mia de los que solemos escribir en el jueves...sería absurdo despegarnos de el..bueno, quiza absurdo no, seria muy laborioso...
bien, pues el tuyo, y no creo que sea la primera vez que te lo digo, es ...es para mí magnifico...
quiza en este relato aparezca menos, te hayas...
no me salen los terminos adecuados, no los encuentro, asi que lo dejo en suspenso...
en cuanto al cuento de hoy, decirte que me has engañado...se suponia que era la mama la que se iba a morir...y no, rosa le da un giro al final y nos proporciona lo inesperado, el suicidio...el cual, por otra parte ya no tiene paso atras...
medio beso.

Medea dijo...

Conmovedor y terrible ¿puede haber algo más doloroso para una madre, que la pérdida de un hijo? pienso que tu lo has descrito y es que este se quite su propia vida sin que puedas hacer nada y te deje con la angustia de que no supiste ayudarlo. Un beso triste.

Mar dijo...

rosa, llego a ti este jueves para leer con una semana de retraso lo del otro jueves. Lo siento. tu texto, muy amargo, muy duro, pero muy bueno. me gusta como está narrado ese viaje, equivocación o acierto.
Un abrazo
mar

Anónimo dijo...

Un verdadero acierto
no más...
Cariños y acuños