jueves, 5 de abril de 2012
Relato de jueves: Tengo obras en mi casa (vamos a desescombrar)
-Desde cualquier ventana de la nueva casa se podía volar una cometa- fue lo primero que pensó mientras el aire improvisaba una macabra danza en aquellas habitaciones vacías.
-No hay nada más invencible que un “adiós”- dijo, mientras intentaba destronar el silencio con las idas y venidas de sus tacones por piso.
Los antiguos inquilinos se dejaron olvidado el eco, y el eco en rebeldía por aquel, -quien sabe si intencionado olvido-, se había adueñado de su nombre.
Kilómetro cero en la extensión de su vida, mientras la brújula la engaña con un inexistente punto cardinal.
Las obras comenzaron al alba…
Pasaron los días sin calendario donde esconderse.
Se fueron desmoronando las paredes.
Soledad diáfana.
Duele dormir al raso.
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15 comentarios:
No debe haber una imagen más triste que la de una casa vacía sucumbiendo ante la picota.
Cuando tiran abajo sus muros, tiran también los recuerdos de quienes la habitaron.
un abrazo
¡Qué deleite, Rosa! Me ha encantado. Así da gusto.
Un fuerte abrazo.
Ese ecoo que retumba cuajado de recuerdos, me suena frio y solitario.
Esas ventanas por donde volar cometas me gustan, eso si que promete.
Un abrazo.
y abajo esos muros... a construir unos nuevos inmediatamente:D un beso!
Yo arrasaría hasta con los ecos de los pasos antiguos Hoy estoy un poquito drástica: no hay nada como comenzar de cero!!!!
un fuerte abrazo.
Los recuerdos se van poco a poco incluso el eco se vacia con los martillos y los mazos, que acaban con lo poco que quedara de todo su pasado.
Un abrazo
Soledad diáfana...
Que requetebién escribes todo, Rosa. ¡Genial!
Un abrazo.
Maat
Hola Rosa:
Una casa que se cae a pedazos en el abandono...¿porque se me hace tan familiar?...será un deja vu ( bueno, eso era el de la semana pasada...)
Saludos
Una casa vacía y a punto de ser reformada es una caja de resonancia que nos deja el eco de los que se fueron, pero no es menos cierto que es toda una promesa de un nuevo comienzo, de un nuevo amanecer para los que llegan de nuevo.
Precioso y delicado encaje entre escombros, Rosa.
Un abrazo.
una casa vacia, una casa sin objetos personales, una casa para empezar una nueva vida. Que hay que hacer obras para empezar de nuevo.... pues se hacen, ¿no?
Un punto y aparte. Llenar el silencio y despedir al Eco.
Una obra de arte, esta obra menor.
Nunca el raso fue tan inspirador.
Besos
no sé si serás consciente de la forma que ha adquirido tu relato...y cuando digo forma, digo forma a la vista: es decir: frase larga, punto y a parte, frase más corta...y así hasta terminar...como vez, rosa de los desastres, la forma externa va en un disminución...es como si apuntara a ese dolor de DUELE DORMIR AL RASO...es como una punta de lanza que apunta al dolor...
¡¡toma ya, mi visión de tu relato!!
medio beso.
Mirar hacia adelante para crear nuevos cimientos, nuevas ilusiones aunque el punto de partida siempre es complicado...
Besos, paisana!!
Sin dudas el eco es aliado expresivo del olvido. Vale la pena la molestia para empezar de cero con nueva marca en el calendario?
Hermoso Rosa! Besote
El eco olvidado.
La brújula que le engaña con un punto cardinal.
Madre mía!
Besos Rosa.
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