Ahora desde esta esquina del patio, con tus patas
ancladas a la tierra, tu mirada fija al poniente y a la enredadera, tu pelaje
de cemento que no alborota la brisa… ahora, cuando lleguen los niños, porque es
hora de visita, a esta casa donde vivió Juan Ramón, se llenaran de colores los
arriates, de risas, de preguntas, porque los niños, Platero, no saben la
diferencia entre la realidad y la fantasía y querrán acariciar al burrito
pequeño y peludo, como de algodón y buscarán por el suelo los azabaches de tus ojos
sin encontrarlos y preguntarán al maestro el porqué de tu quietud, de tu
frialdad de estatua.
Ahora que pueden leerse los versos del poeta escritos en
la cal de las paredes, en los renglones amarillos de sus primeras notas, antes
de que trotases por su mente y te diera vida con el barro dúctil de su palabra,
antes de que tuvieras nombre, Platero, ya te añoraban las calles, los campos,
el cielo de Moguer.
Ahora que atesoro el instante de tenerte solo para mí, me dejas recostar a la sombra
de tu panza y describo en mi cuaderno
como pasó la vida por los cimientos y tú sigues estando vivo aún en la piedra.
Recorro las estancias
antes de que la luz, como pintada a zarpazos, deje en los tejados versos violeta. Huele a mastranto que crece junto a la pileta del agua donde
gotea la verde alegría de tu presencia.
La algarabía de las chicharras escondidas en los olivos,
el eco del arroyo y las esquilas de los rebaños se saben ocupas de tus alforjas,
Platero.
Y detrás de la cancela que da a la calle, se abre el
campo con sus páginas escritas de ti con la tinta indeleble de la ternura.
Desde el patio de la casa natal de Juan Ramón Jimenez en Moguer
Platero y yo.
18 comentarios:
Vaya! qué casualidad que hemos elegido el mismo personaje. Tus palabras como las mías son un homenaje a ese tierno burrito.
Un beso.
Platero y Yo es un libro que me acompañó desde la infancia Rosa. ¡Lindo homenaje!
Qué bello recuerdo has traído a mi mente! Épocas de escolar, y la maestra leyéndonos a Platero.
Le has dado un tono tan dulce y melancólico, que llega al alma. La foto, pone ese toque especial, ese patio... y esa escultura en su honor. Un relato con aroma a infancia.
Besos!
Gaby*
Un digno homenaje a la ternura que inspiró -e inspira aún- aquel entrañable burrito!
Un abrazo
Un libro precioso, que siempre me emocionó, un invitado tierno y un homenaje precioso que da gusto leer.
Un beso.
Platero nunca pasará de moda. De hecho, sois varios los que habéis coincidido en hacerle un pequeño homenaje con vuestros textos. Un beso.
Platero siempre ha sido, es y será un buen invitado a cualquier sitio que vaya.
Muy linda evocación a tan querido burrito, convertido en una escultura en el propio patio de Juan Ramón Jimenez, mucha ternura en tus palabras.
Gracias por participar de este jueves de relatos!
Un beso!
Un precioso homenaje a Platero y a su autor.
Un abrazo
"Ahora que atesoro el instante de tenerte solo para mí,"
Qué bien aprovechado ese instante!!!
besos, Rosa
Eres la segunda que rinde homenaje al entrañable Platero, y con razón, se presiente en Moguer su trotecillo alegre, Rosa, en tus palabras se respira la atmósfera de unos versos eternos y dulces, se escuchan las chicharras y se descuelga el cielo azul, luminoso para acariciar esa escultura en la casa del poeta.
Besitos
Platero no puede inmortalizarse en una estatua. Leo en tu relato el contraste entre las sensaciones que provocaba y esa figura que le recuerda.
Besos, amiga.
Un libro precioso y un relato tierno y dulce con un invitado muy especial!
Un beso!
Hala, que bonito te ha quedado. Acostumbrado como está Platero a la prosa de J.R. Jiménez, este relato tuyo no lo va a extrañar.
Bss.
Tierno Platero y sensible Juan Ramón, para Rosa queda todo lo demás. La síntesis poética y la visión de unas páginas en tres dimensiones.
Besos
He vuelto a acariciar al querido Platero mediante tu narración y ha resultado todo un placer. Besos.
He vuelto a acariciar al querido Platero mediante tu narración y ha resultado todo un placer. Besos.
El pequeño Platero aparece de nuevo, por la forma en la que hablas se nota que te trae buenos recuerdos. Buen relato . Besote
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