jueves, 16 de enero de 2014

Jueves de relato

Para este jueves, Auxi, nos da a elegir un número del uno al treinta y cinco...  cada número contiene el fragmento de un libro. Yo elijo el 29 y me corresponde "Cartas de la Tierra" de Mark Twain.
Ahora tengo que inspirarme, se me exige total libertad creativa.



El día del reparto

       “Nos hallábamos sentados en derredor del creador por saber del  reparto para la obra de la Madre Naturaleza.
La voz grave señalaba cual dedo inhiesto la suerte de cada uno sin opción de cambio o queja alguna: 
Tú, la higuera, tú, roble, estos y aquellos  álamos, vosotros encinas, aquel ciprés, acacia ésta, naranjos tres, y tres veces tres, olivos... Así hasta que la esfera amarilla recorrió de parte a parte lo azul... A mí, no me había  señalado aún.
Quedábamos dos y dos especies.
Me temía lo peor.
Agité mis brazos como en un grito irremediable  ¡Quiero ser palmera!
El sauce... se conformó.
Y Dios, me arrojó del paraíso por atreverme a  sentirme viva.”


17 comentarios:

Sindel Avefénix dijo...

Ay Rosa qué decirte. Me quedé muda. Mejor estar fuera del paraíso y seguir sintiendose vivo.
Creo que a mí también me hubiesen expulsado.
Maravilloso texto!!!
Un beso enorme.

Auxi Gonzalce dijo...

Una vez leí que las palmeras son los árboles que anclan el cielo al suelo... Tu das aún más sentido a esa frase con este texto exquisito, lleno de pasión y de vida.

LAO dijo...

¡Muy bien enmarcada la frase Rosa! ¡muy lindo!

Montserrat Sala dijo...

Me ha gustado tu texto. Muy acertado con la consigna de Auxi.
Un fuerte abrazo, ammiga

Natàlia Tàrraco dijo...

No fue la manzana, pero fue un impulso de rebeldía muy justo ante la arbitrariedad caprichosa del supuesto creador. La palmera, esbelta se agita al viento, no existe más madre creadora que la Natura.
Un hermoso alegato impregnado de poesía, besitos muchos Rosa.

Lucía m.escribanoblogsport.com dijo...

Tu alma rebelde no quiso seguir la línea ya trazada, y consiguió la libertad al fin, fuera o dentro, el paraíso nos lo montamos nosotros y tu con tus poemas lo demuestras cada día.
Abrazos amiga.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Es que eso de discrepar y menos con Dios, como que no. Es mejor quedarse fuera.
Un abrazo

Cecy dijo...

A veces pedir con impronta, hace que hasta Dios no pueda reusar al ver que la vida late.
Si, es delicioso el texto.


Un abrazo :)

Anónimo dijo...

Pienso que la libertad de elección es un don tan preciado que nadie, insisto, nadie, tiene derecho a impedirlo. Los discrepantes con el poder, cualquier poder, de cualquier naturaleza, suelen ser apartados pues estorban.
Me ha gustado tu interpretación de esas Cartas de la Tierra de Mark Twain.
Un beso.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jajaja buenísimo giro que le has dado al tema!
=)

Tracy dijo...

Contundente!!!
Sí señor, eso fue justo lo que pasó.
Me alegro tenerte aquí, ¿qué ibas a hacer allí tan sola?
Fascinante.

Gaby* dijo...

Celebro la libertad de elegir, y cuando eso se nos quiere cercenar seguro que no se trata de un paraíso. Puesta en la situación, también me hubiera atrevido a sentirme viva!
Besos!
Gaby*

Loquita Diplomada dijo...

Y eso es lo que tienen los repartos, no siempre nos toca lo que nos gusta. Nos queda la posibilidad de la queja, pero se ve que el creador no es muy flexible. Seguro que fuera del paraíso se estará mejor.
Un beso!

Leonor dijo...

Y el Creador te otorgó la belleza de la Rosa que posee el atributo de las espinas para poder defenderse.Has tenido mucha suerte en el reparto.
Envidio la fuerza y el valor de la palmera que antepuso su libertad a la comodidad del paraíso. Yo quiero ser palmera y salir a vivir.


Precioso Rosa, ya sabes que te admiro.

Besos

San dijo...

Mejor palmera viva, que sauce conformado...Bravo Rosa, exquisito sin más.
Un abrazo.

Juan Carlos Celorio dijo...

Pero ... ¿puede llamarse paraíso a un lugar en que no se puede ser uno mismo? Pues vaya paraíso de todo a cien.
Besos.

Charo dijo...

Pues mejor estar fuera...total...qué aburrido el paraíso ¿no?...todo el mundo conformándose con lo que le dan sin opción a réplica!