En las manos del niño está el barco de papel,
encallado en el hueco
de su torpeza.
Borrado el horizonte
del agua de los charcos,
los sueños naufragan
en la orilla.
Habrá que echar a suerte los vientos,
y dejar que el destino bogue
por el doblez preciso
del origami.
1 comentario:
Barcos donde navegan los sueños infantles.
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