No es necesario el aislamiento pero es molesta la luz, me
molesta la interrogación que se dibuja en los demás cuando me miran.
Aquí puedo calibrar mi deterioro sin que la compasión me
acelere el pulso.
Los primeros días mi único síntoma fue el asombro, más
tarde, un leve temblor en el tiempo mientras buscaba respuestas, una ceguera parcial (algunos lo llaman
lágrimas).
Hoy tengo ajena la sonrisa, he perdido el sueño, la
coraza de la alegría se me ajusta tanto que estalla en palabras que no te
alcanzan.
Mi locura racionada, niega lo inevitable.
Un nudo en el estómago resultado de tragar la pena, me
hace vomitar silencios.
A ratos, el dolor se hace insoportable.
Sé que moriré un
día de éstos.
No hay cura para el virus de la mentira… Y tú, tú, decías
que me amabas.
12 comentarios:
Ese virus no el letal pero causa dolor.
Un virus que se retro alimenta una y otra vez para intentar zafar! muy bueno!
=)
Intenso, Rosa, intenso. Este virus no mata, pero cuando la confianza es ciega duele en el alma con una pena que parece no tener cura.
Soberbio como siempre.
Un abrazo
Si no hubiera cura para este virus, muchos; pero muchos morirían. Demasiadas mentiras, demasiadas.
Muy original tu relato
Un abrazo
Magistral Rosa, qué forma tan preciosa de hablar del dolor que causa la mentira del ser al que le hemos dado todo nuestro ser. El virus del amor no mata pero el del desamor puede hacerlo.
Un beso.
Sublime! Cuán identificada me siento Rosa, he padecido ese virus y juro que he sentido todo eso y tanto más(aunque jamás hubiese logrado decirlo como vos)
Leerte es una experiencia única, me voy de acá plena de emociones.
Un beso enorme.
Un virus bastante extendido y que causa unos efectos devastadores en quién lo sufre sobre todo si se trata de temas amorosos, aunque todas las mentiras duelen. Lo has contado maravillosamente bien¡ un beso
Genial Rosa. Siempre enseñando una emoción nueva, escondida entre nubes. (Y no es mentira...)
Besos
Muy buen relato Rosa. Sustentarse en una mentira lleva al fracaso...
Todo ser, estado o situación que nos infecte nos hace sufrir de uno u otro modo, sea físico o de actitudes, el amor, la mentira, la soberbia, la indiferencia con virus que nos rodean no orales pero sí muy dañinos y dolorosos.Un besote y gracias por participar
en muchas ocasiones, rosa de los desastres, no tiene importancia el cuadro. en muchas ocasiones, lo importante son las pinceladas...mucho más que la imagen que resulta de la combinación de las pinceladas...he dicho...y digo que me gusta más tu relato desgranado en sus componentes, en sus ideas expresadas en frases que el conjunto, estando este, pero que muy muy bueno..he dicho.
medio beso.
Como soy la última Rosa en comentar este virus, solo me nada un, se rompe el alma al leerlo.
Besos.
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