Se apresuró a esconder la muñeca bajo la seda de
aquel vestido prestado, se oían voces en el patio de la casa. Llegaban los
invitados con sus presentes y cuchicheaban acerca de la dote de Jarima.
Con
el dorso de la mano se quitó el miedo que escapaba en una lágrima. Tenía ganas
de vomitar mientras se miraba al espejo sin reconocerse bajo la pintura.
La
naggafa le ató fuerte el talle, como quien ata un yugo, para que sus carnes
infantiles pareciesen voluptuosas a los ojos del novio. Unas ajorcas heredadas de
su abuela y otras joyas de alquiler cubrían su belleza que no necesitaba
adornos.
Sobre
la mesa una bandeja de plata con los anillos, un vaso de leche, el símbolo más
puro de la felicidad y unos dátiles símbolo de la prosperidad y dulzura...
Ella
querría huir calle abajo a jugar con Halil y Zoraima bajo las higueras, tamizar
el sol por la trama de hilos del burka, al atardecer volar cometas en las lomas del Rif y ya en la noche, encendido el candil,
escuchar los tambores hasta que el sueño suavizara los latidos…
La
han subido al trono, la pasean por la casa mientras cantan celebrando su
virginidad. El novio, un primo de su padre venido desde muy lejos, un tuareg de
piel azulada, que se la bebe con los ojos.
Bien
valen esas carnes blancas los ocho camellos que ha traído desde el Sahel.
Las
manos pequeñas de Jarima se han juntado para rezar.
11 comentarios:
Perdona mi torpeza al editar el comentario, se me fué algún dedo al lugar equivocado.
Triste futuro el que le espera a la dulce niña, no creo que los rezos la ayuden en este caso.
Es muy triste pensar que en estos momentos hay muchas niñas no muy lejos de aquí, viviendo esta misma situación.
Que parir una hija es una carga, una mera transación economica.
Besos preciosa.
Qué injusto ese destino. Una vida rota desde el comienzo.
Son cosas que no se entienden, y que la pobre niña no tiene culpa.
Un abrazo
Que crudeza. Y la esclavitud es para toda la vida y ni hablar de divorcios. Buen relato, original.
Saludos
¡Qué pena que puedan suceder esas cosas!
Me ha encantado el relato y el adecuado vocabulario que has usado. Me gustó mucho.
Una tortura que recién empieza para ella...tristísimo.
=(
No se puede mayor delicadeza para describir una atrocidad.
No debisteis comer de aquella manzana, el hombre es malo y no perdona.
Besos
triste y conmovedor tu buen relato apreciada y sensible Rosa.....
Maravilloso! Muy bien descrito tu relato que pone la piel de gallina. Una realidad cruda e infame que habría que erradicar.
Un abrazo fuerte.
Esas pequeñas comprometidas antes de nacer, a una vida de esclava maltratada o la sacrificio entregando la vida en algunos casos. Casi "es mejor" el segundo caso, porque lo de la niña del relato no es vida y no hay dios que la ayude, por más que rece.
Un abrazo, Rosa.
Buena denuncia, compañera. Siempre sin olvidar. Muy bien.
Publicar un comentario