Baltasar tiene frío. Ensaya la sonrisa mientras el humo le desdibuja la tristeza, Ajeno está de ser el rey esta noche.
Las luces van talladas en sus ojos, la prisa no sabe de su origen.
Lleva doce horas en la orilla de éste mar de cemento. Su último paquete de pañuelos no encuentra dueño.
Senegal está cosido a sus harapos. Negra distancia.
Lleva en su mochila abrazos envueltos para regalo... Aún estoy a tiempo de escribir mi carta a los Reyes Magos.
7 comentarios:
Una historia que vale para cualquier día del año. Abrazos
me dieron ganas de abrazarlo!
abrazo emocionado para vos, que me sobresaltaste la niñez en el alma..
Preciosa y sentida entrada.
Hay mucha historia oculta en tu bello relato. En mi entrada también hablé de Baltasar. Y es que duele tanta negritud.
Un beso.
Comparto tu punto de vista. Si por algo detesto la Navidad es por esa colcha de mentiras que trata de cubrir la realidad. El principio y el fin de la fantasía debería ser la reflexión y el crecimiento.
Un abrazo.
Hola Rosa, pobre BAltasar, yo también pienso que tiene mucho frio desde hace mucho tiempo. Demasiado.
Un fuerte abrazo
Cuanta verdad y cuanta dureza se escapa de entre tus bellas palabras. Rosa un placer siempre.
Besos.
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