jueves, 18 de septiembre de 2008

Mi cementerio


(Gracias, amigo Angel por prestar tu voz a mi palabra)

Rara vez llega la luz a aquella parte del muro.
Una verdina espesa se multiplica a cada centímetro compitiendo con la frontera del mar.
Este horizonte de musgo hace mas impropia la puesta de sol.
Cuando el agua está en calma, acuna la pared en abrazo perpetuo de sal.
Cadente nana de agua.
Duermen los vencejos de este lado de la pared y las gaviotas del otro separados por una frontera de aire dulce.
Condenados a convivir entre la risa y el llanto, un vuelo breve para atravesar el arco iris azulado que provoca la noche en las dos orillas.
Golpean las olas como un lastimero gong. Tiempo de ida y vuelta, sin reloj aparente.
Cuenta atrás.
En esta esquina sin cipreses, una grieta de agua calma la sed de la tierra estéril.
Luz parió la luna de aquel lado, y enredada en el viento, desafiante, viene a provocarme.
Rara vez con temblorosa mano se dibuja la belleza entre la vida y la muerte
La misma mano de las caricias, la misma de los adioses nos derrama sin justicia en un trazo infinito.
El cancel mohoso chirría muy de tarde en tarde en este cementerio,
Pero el mar, este mar... no se detiene nunca.

2 comentarios:

ralero dijo...

En Japón, donde la vida estuvo regida por una mezcla de culturas -entonces y aun ahora muy estrechamente relacionadas con lo religioso; budismo, sintoismo, etc.- los poetas del tanka, primero, y muchos después los del haiku, encontraron una idea central -definida por la palabra aware- para su lírica, íntimamente relacionada con la espiritualidad y la naturaleza. El aware, que muchos identifican en nuestro idioma con la tristeza, no tiene traducción posible. Es el sentimiento que embarga al espíritu al contemplar cuan efímera pasa ante nuestros ojos también efímeros la belleza. La belleza que existe en un ocaso o en una hoja arrancada por el viento en el otoño, a pesar de estar ambas imágenes anunciando el final de un ciclo. Belleza perenne que se seguirá repitiendo cuando nosotros, efímeros por naturaleza, ya no estemos. Lástima que aquí en occidente no comprendamos ni sepamos capaces de asumir es filosofía poética y de la vida. El aware también esta en este tu poema.

Abrazos.

hermosa calentana dijo...

esta muy lindo me facino mucho ..de mipechan@hotmail.com