jueves, 11 de octubre de 2012

Relato de jueves: El teléfono.








En el documento de identidad dice que en agosto cumplirá 46.
Mirando el DNI se da cuenta que han cometido un error de imprenta, que le sobra una “E”, allí han escrito Eusebia, y a ella no le suena.
Será por eso que el amor no la reconoce.
Trabaja en la centralita de teléfonos. La vida colgada de un hilo, muchos hilos cosiendo historias  de norte a sur de este a oeste.
Usebia  ensarta mecánicamente las líneas y se cruzan las noticias,  se tejen intrigas, se desbaratan secretos, se hacen tratos,  embargos, bodas…
Desde hace años, una llamada sin nombre le desea  buenas noches antes de que su turno acabe. Esa voz que la desvela y le zurce las ilusiones se está haciendo vieja como ella.
El teléfono y el corazón se parecen demasiado. 

28 comentarios:

miralunas dijo...

ay! se me ha erizado el corazón!

melancólico y tan bello este relato!

mis saludos

Natàlia Tàrraco dijo...

Eusebia, nooo Usebia, su voz a través de las llamadas, años y años y la voz inquietante, fiel, que dispara sueños, suena puntual, más vieja. Un hilo frágil pero tenso, une dos vidas sin verse.
Rosa tú sabes.
Besitos muchos.

Mar dijo...

Creo que esa centraliza encierra alguna cosita más que llamadas :)

Me gustó.

Bss.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Muy bueno!..excelente síntesis de historia y sentimientos!
=)

Rochies dijo...

Quizás sea tiempo de vivir. De trascender. El tiempo de ilusión, la espera: Pensamiento palabra y acción.

Arisenag dijo...

Una vida anodina y triste .. y sin embargo.. cada noche alguién le infunde ilusión..
Precioso .. Gracias Rosa

Un cálido abrazo

José Vte. dijo...

Que tierno queda eso de Usebia, el nombre y el personaje quedan tan melancólicos y tan emotivos como el propio relato.
Que gusto leerlo.

Un abrazo

Juan Carlos Celorio dijo...

Una previa. Hace poco alguien me habalaba de los ucalitos, que entiendo eran los eucaliptos. Yo sé escribir el nombre, pero nada sobre el árbol. El, al revés.
El relato, genial. tramas una relación de ideas como Usebia lo hace con los cables. Maldita E, que impide que el amor la encuentre ...
Un beso, pero grande.

Cecy dijo...

¡Auch! Que lindo relato.
Puedo ver a Eusebia y sentir un dejo de tristeza.
Me gusto mucho.

Un abrazo.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Hay personas que están pendientes de una llamada que le devuelva la ilusión perdida.
Buen micro
Un abrazo

Alfredo dijo...
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Alfredo dijo...

Usebia con E, es la acreedora de la tela de araña, donde anidan las comunicaciones del mundo.
Eusebia sin E, es la deudora del misterio que sòlo a ella concierne.

Sintesis y belleza... parece imposible, pero no!!.

Besos.
Alfredo

casss dijo...

Laten las palabras, que se van haciendo viejas. Laten y tejen una historia que se vuelve añeja.
Late mi corazón al escucharte
y lee y teje.

Besos

Leonor dijo...

Esa voz que la mantiene ilusionada.
Casi hacemos el mismo relato porque lo primero que pensé escribir fue sobre aquellas amables telefonistas de las centralitas. Una prima mía trabajaba en una de ellas y me quedaba alucinada viéndola manejar cables y clavijas.

Un beso.

Encarni dijo...

Yo muchas veces me preguntaba quién peinaba a una peluquera, ahora también me pregunto, quién llama a una telefonista? Misterio, un encantador misterio de Usebia, con E o sin E. Con él o sin él.

Un abrazo

Fabián Madrid dijo...

Tierno relato del que todo el mundo desearía participar. Es bonito envejecer junto a la persona amada, aunque no la conozcas.Un beso

San dijo...

He visto la centralita y a Usebia sin E, he escuchado esa voz que cada turno le desea buenas noches. Uno ama aún sin conocer.
Un abrazo.

censurasigloXXI dijo...

Hay pobre Usebia, toda sin la E y toda una vida entretejiendo hilos de todos los grosores y colores.

Su mejor sedante, un cálido Buenas noches... Pasados unos meses se atrevió a decirle, buenas noches, amor, y el temblor no la dejó dormir.

Un beso.

tereoteo dijo...

La Usebia tenía ilusión y amor gracias al "parato".
Qué bonito!
Muchos besos.

Sindel Avefénix dijo...

Un misterio que engendra esperanzas, quizás si alguna noche le responde se rompa el hechizo, pero los años pasan y hay que arriesgar.
Un excelente relato, corto y conciso,lleno de emociones.
Un abrazo enorme.

Lupe dijo...

Hola, Rosa.

Que relato tan precioso. Una voz que es capaz de zurcirte ilusiones debe pertencer a una persona muy especial. Quizá la tiene más cerca de lo que ella misma cree. ¡Que forma tan exquisita de terminar la jornada laboral...!

Un abrazote.

Lupe

Anónimo dijo...

La calidez de esa voz que noche tras noche llega cargada de amor, emociona y carga tu relato de belleza. Un vínculo fuerte, a pesar de su diaria fugacidad que los ha hecho envejecer juntos y distantes a la par.
Un fuerte abrazo.

ibso dijo...

Es una bendición crearse ilusiones, saber que alguien piensa en ti, divagar en cómo será con el único dato de una voz, de un deseo de "buenas noches". Pero debe ser duro envejecer sólo con esa ilusión, sin poner rostro y manos a esa voz, sin poner corazón a más palabras.
Encantador y triste.
Un abrazo

Unknown dijo...

el teléfono y el corazón se parecen demasiado.... que fuerte la frase... muy bueno! todo todito todo... un abrazo!

*L* dijo...

¡Qué bonito, Rosa! :)

Sólo queda por saber si Usebia supo finalmente quién era su zurcidor de ilusiones particular.

Besos y feliz semana.

Tyrma dijo...

Vaya! Ressulta que Usebia estaba al tanto de todo lo que sucedía, y la única llamada que esperaba ilusionada no tenía voz ni iedentidad.
un abrazo.

Rochies dijo...

Ahora recorriéndolos nuevamente. Me detengo aquí. Es precioso. Ya te lo había dicho pero lo reitero.
Es breve pero transmite mucho; nos trasciende toda una historia. Comparto y aplaudo el comment de Alfredo.

Cristina Piñar dijo...

Muy bonito, Rosa. Me imagino a Usebia en aquella centralita y esa llamada que espera y recibe todos los días que le da las buenas noches. un tierno relato. Un beso.