Mi madre siempre me decía que recelara de los árboles
demasiado altos. ¿Pero cuánto es demasiado?
Voy midiendo la sombra de las ramas según me alejo.
El revés de las hojas son de un verde oscuro y aceleran
la noche, otras, a capricho del viento, sólo parecen alas que se despegan del
tronco para escaparse.
Camino por las agujas de los pinos como una equilibrista, sin mirar atrás.
Avanzo sin ser
consciente de mi prisa y a ratos me aquieto respirando poco para no gastar mis
fuerzas.
Al amanecer, procesionando
mi última etapa, me dejo morir sin
renegar de mi ciclo natural.
Mi alma de oruga recela
de los árboles altos…
Cuando despierte mariposa, des-vuelaré el camino.
16 comentarios:
Me ha gustado mucho, como siempre, pero debo reconocer que te leí pensando que estaba leyendo a Alberto. Ahora, sabiendo que eres tu reconozco esos toques tan personales que tanto me gustan; como ese camino por las espinas de los pinos.
Estupendo Rosa.besos.
¡Muy bueno Rosa! ¡ me sorprendiste!!!!
¡Qué bonitoooooo!
Esos árboles altos dan sombra generosa al caminante a la mariposa renacida y si florecen, dan comida.
Trepemos troncos que sean asequibles.
Un cuento fascinante con un final que inquieta ¿se puede des-volar el camino? Todo es posible en tus letras geniales. Besitos Rosa.
Suerte inmensa la de las orugas que pueden vivir dos estados diferentes, el que le permite encumbrarse poco a poco a lo más alto de los pinos arrastrándose sobre su propio cuerpo y el que le permite des-andar (volando) lo andado gracias a esa transformación que la dotó de alas.
Un fuerte abrazo, Rosa.
Me ha sorprendido mucho que fuera una oruga la protagonista del relato,ja,ja desde el principio pensé que era una niña,muy buen final!Lástima que me den tanto asco ese tipo de orugas!
A ver como te lo digo sin que arezca peloteo...ES GENIAL!!!
Yo he leído poesía escrita en prosa.
Y me has recordado aquello de "las sombras ya son largas", como diciendo: se acerca la noche.
Un beso
Tus palabras medidas, pausadas y bien pensadas y ese final imprevisible de oruga que muere para una nueva vida. Precioso amiga. Un beso
Genial! (ah! tu nos malcrías con relatos tan buenos!)
La imagen de los árboles cobra trascendencia con todo su poderío, y, finalmente, el toque inesperado... la pequeñez de una oruga, que pronto besará el cielo con su vuelo- transformación que me encantaría experimentar.
Al vuelo va mi beso también!
Besos!
Gaby*
Maravilloso, comienza de una forma y nos sorprende por completo al final. Una hermosura Rosa, morir para nacer y volar.
Un besote.
Me ha caído bien la oruga. Cuando despierte como mariposa, podrá llegar tan alto como quiera. Un beso.
Me ha encantado ! el amanecer de la mariposa, dejando atrás la vida de oruga para volar por encima de esos grandes árboles sin miedo.
Besos querida amiga.
Des-volar, des-recorrer, des-andar, des-hacer, todo vale si la película de ese viaje es de sesión continua.
Besos
Sin duda hoy el verbo es des-vuelar... El relato? precioso como siempre. (por ahí te anduve felicitando por el premio pero no puedo dejar pasar el momento y hacerlo acá"personalmente"... ;)
besos
Primero me has atrapado entre tus letras para después sorprenderme y dejarme con una sonrisa...
Des-vuelará, seguro
Besos!!
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