Las
mujeres de la sombra
Una playa lejos, allí donde el levante te tatúa la piel
con arena y barre las orillas del Atlántico.
Otros como yo, habían elegido esa esquina del mundo y
ponían sus tenderetes al sol, se embadurnaban con una empalagosa untura de coco y alentaban a los chiquillos a ser constructores de ilusiones que se
borraban con la tercera ola…
Los hombres hacen guardia en la orilla imaginándose
dueños de esas mujeres de ébano tumbadas al sol.
Las otras mujeres, sus mujeres, a la sombra.
La radio canta ajena a mi fastidio.
Hay un revuelo de sirenas, cada vez más gente se
arremolina donde rompen las olas… llega
una patera.
Unos sesenta inmigrantes se arrastran tierra adentro,
desfallecidos, desharrapados, medio muertos.
Un bebé de pocos meses se deshace en llanto de hambre
mientras su madre, seca, lo mece desesperadamente.
Una de las mujeres de la sombra lo recoge entre sus brazos
y lo amamanta.
La ternura se le escapa por los ojos a chorros, acuna y
canta bajito la misma nana con la que duerme a su hijo.
El amor no entiende de razas.
14 comentarios:
No, afortunadamente el amor no entiende de razas. Dos mundos tan distintos en esta tu playa.
Gracias mi poeta, por traer tus palabras hasta mi orilla.
Besos.
No tengo más remedio que descubrirme nuevamente, una vez más, ante tu maestría para describir situaciones y retratar emociones y sentimientos. El amor, efectivamente, no conoce fronteras. El sentimiento maternal, tampoco.
Preciosa historia.
Un fuerte abrazo.
Tremendo ese punto de cruce del destino en un lugar donde unos esparcen su ocio y otros avistan la victoria tras una apuesta a vida o muerte.
Ese punto de cruce tiene un broche de oro en tu relato.
Besos.
Esperemos que cunda el ejemplo entre el capitalismo y amamante a sus ubres a esta pobre gente.
Por suerte, el amor logra superar esa frontera. Una hermosa historia…
Cariños…
Querida Rosa,
Qué inesperado. Me encantó el contraste magnificado de estas dos escenas. Y la playa, siempre al fondo, testigo callado.
Un beso.
Muy conmovedora historia.
=)
De nuevo me dejas los vellos de punta. Dos mundos tan diferentes y el sentir de una madre que no distingue de razas ni clases ni nada.
Te felicito amiga tu playa es la más preciosa.
Besos
La playa testigo neutral de amores y crueldades.
Apasionado texto, con sombras que remueven conciencias.
Besos
Duro y real, no es un cuento, escenas de estas se viven a diario y como bien dices, el amor no entiende de raza y sobre todo cuando hay niños por medio. Preciosas palabras. :) Besos
La playa, el mar y una escena tierna, maternal. Bonito cócktel.
Un beso.
Es un bonito cuento... de hadas.
Resultaría tan sencillo si todo este drama fuera resuelto con un poco de amor, de comprensión y de solidaridad.
Pero este mundo no es así.
Un abrazo.
Qué bonito! Al principio pensaba en la canción de Radio Futura, Escuela de calor, pero este proscenio tiene más enjundia y profundidad: trata sobre la no segregación y superación de una raza sobre otra. Somos iguales y diferentes.
un fuerte abrazo
Es que el AMOR con los NIÑOS se enlaza mas facilmente y sin dobleces . ¡lindo relato Rosa!!
Publicar un comentario