La rutina es como mi abrigo gris de paño: raído y antiguo,
pero se ajusta y se acomoda al armazón
de mis huesos, con la calidez de un abrazo.
Cuando la rutina se instaló en mi frío, mi calendario estaba
por la mitad, me acostumbré a que arrancaran
mis hojas de dos en dos, el paso de las
estaciones se enajenaba en el perfil de
los días y descolorida, la piel de la costumbre, se quedó a vivir en el espejo.
Ahora cuando me miro, la rutina me devuelve la imagen de
aquella que fui,
sin edad, sin tiempo, sin queja.
Un día de éstos lo romperé en mil pedazos, aún no sé si para
ser libre, o para multiplicar la monotonía de no ser.
5 comentarios:
Rosa estas guapa, pero guapa, guapa. Ole tu arte y si rompes ese almanaque que sea para ser libre.
Un abrazo con mis mejores deseos para este año que pronto vamos a estrenar.
MUY REFLEXIVO TU PLANTEAMIENTO.
ABRAZOS
Ya llegará el momento justo de romperlo en mil pedazos y ser libre.
Cuando menos uno lo espera, se nos va la rutina de la piel y empezamos a sentirnos vivos.
En la fotografía se te ve espléndida.
Un beso.
La rutina es la primera gran decepción que se llevan los niños al entrar en el mundo y, sin embargo, la necesitan para sentirse seguros. El paso de los años hace que esa rutina nos pese y, como dice Sindel, llegará el momento de romper y ser libre.
Hum... Yo diría que tu imagen te sienta muy bien ;-)
Un abrazo.
Se que el espejo puede decir muchas cosas y por dentro sentirnos de diferente manera, pero creo sin temor a equivocarme que tu rutina hace tiempo que dejo de ser rutina, y la vida, a pesar que dicen que los años pesan, en tu caso te sientan muy bien...Ademas, quien posee las armas para escribir y soñar, siempre puede volar sin ese abrigo pesado...besoss..y que recibas el año nuevo con mucha alegria....
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