Por esta noche no callarán los lamentos, seguirán latiendo las paredes, martilleando cada vez mas fuerte, estrechándose milímetro a milímetro hasta fundirse en un abrazo conmigo, ahogándome en una muerte dulce.
A oscuras, oigo una respiración justo detrás de mi nuca, el aliento me taladra, caliente y húmedo acaricia mi cuello acentuando la caricia hasta el límite de la agonía.
Al girar la cabeza, la bestia al acecho de mi debilidad, derrama su semen agrio sobre mis hombros y chorrea pegajoso hasta mi pecho...
Mi disfraz de criatura de la noche no me cubre la verguenza y al final me delata mi adicción al cine porno.
Cuando se encienden las luces, como zombies, los viciosos, salimos a la calle escandalizando a "los normales".
11 comentarios:
Me gustó esa idea de escandalizar a los normales.
Original y brillante solución a un relato de Halloween. Muy bien escrito.
Besos.
Qué bueno Rosa! lo he leído varias veces para darme cuenta de lo que querías contar...jajaja...no entendía lo del cine porno...ahora sí, ya he caído. Me parece un relato muy original y por supuesto muy bien contado. La escena que describes es realmente asquerosa e invita a pensar en otra cosa.
Muchas gracias por participar!
Un beso
¿Acaso la perversión no requiere de su propio grado de sucia intimidad?
Como sucede en la ambientación gótica, te permites jugar con la atracción de lo oscuro, de lo prohibido, exhibiendo lo que es tabú a modo de personal insignia.
Pringoso, aunque no por ello menos interesante.
Un saludo, Rosa.
No todas las criaturas de la noche son asesinos, ni bestias. Algunos tienen ciertas aficiones que en realidad no lastiman a nadie. A veces está muy bien salir a escandalizar a los normales. Un beso.
Un relato donde mezclas perversión y miedo , quizás no este tan lejos una cosa de la otra , aunque el miedo al que me refiero no es miedo en si , sino a lo desconocido en el terrero de la intimidad .Un saludo
Al final todos hemos sido en algún momento criaturas de la noche. De la "normalidad" de nuestras actuaciones darán fe, o callarán para siempre, los que latieron en la misma frecuencia que nosotros sin alterar la armonía de los demás.
Rosa, enhorabuena.
Un abrazo.
Estupendo relato con gran originalidad, que me ha gustado.
Besos.
Cojonudo, Rosa. Consigues que se tambalee el concepto de normalidad. Ahora bien, te digo una cosa: el eyaculador podría haber apuntado hacia otro lugar.
Un abrazo.
Sí, es muy original.
Abrazo
Bueno, sorprendente y original, bueno de una forma u otra todos salimos de la normalidad. Me encanta tu relato, besos.
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