Se levantó al alba cuando
los pájaros aún dormían en las acacias.
Calculó la distancia hasta el abedul y de ahí al nogal que crecía a la orilla del
rio, bordearía la corriente para llegar
al bosque de álamos. Una vez allí
saltaría sobre las caléndulas, cruzaría
los zarzales contemplando la flor de la manzanilla, los jazmines silvestres, las malvas, las jaras, el tomillo…
Tenía tiempo de ensayar hasta la hora en que el sol se
recuesta en los tejados.
Mil intentos, mil fracasos. Hoy tampoco pudo ser.
El barro, delator, se quedó en sus zapatos y en su vestido
de los domingos.
Su ilusión hecha jirones se recomponía mientras
zurcía las alas.
Había perdido la esperanza de ser reina por un día. Será que le faltó el aguijón de la malicia…
Nunca, nunca podría volar como la abeja Maya, su ídolo.
19 comentarios:
Jajajajaa, qué bueno! Me ha gustado mucho tu relato. Y se nota que eres una gran amante de las plantas.
Un beso grande de otro amante de las plantas.
O como Supermán el niño que se tiró de un armario con un mantel atado al cuello... Yo quería ser "Mary Pompis" y solía jugar con el paraguas negro de mi padre dentro de casa.... regañinaaaaa.
Un beso, muy simpático tu relato, en estos tiempos es difícil sacarme una sonrisa y lo lograste.
Que bonito relato, divertido y lleno de ternura.
Besos amiga.
Hermoso relato de fantasía y de humor sorpresivo Rosa. ¡muy bueno!!!!
Cuántos aromas despide este relato, pleno de frescura e inocencia. Yo aún miro mis hombros a la mañana deseando ver brotar un par de alas.
Qué difícil es querer alcanzar a parecernos a aquellos a quienes admiramos!
Besos!
Gaby*
Qué imaginación tan desbordante!. El sueño de volar está en la mente de la mayoría de los humanos. En el caso de tu protagonista, es la abeja Maya la heroina que encarna esa capacidad que nos falta. Tierno y a la vez divertido tu relato.
Un abrazo.
Hola!!
Un muy bonito relato !
Bien diferente, con alas, rayas y frescura, muy original!
Gracias por participar!
Besos
jajajaja... que buena , me encanto muy original el relato, la verdad es que me sorprendió jaja
!Rosa! has enlazado como si volaras de verdad (y lo haces con tus letras) la aventura de experimentar sensaciones, natura y la epopeya del esfuerzo ínfimo pero sublime. La abeja Maya era reina dibujada, ésta es real, verdadera heroína.
Siempre me fascinas, siempre. Un beso al vuelo.
Muy bonita y tierna tu entrada, has bordado el relato.
Me he visto revoloteando entre esas plantas, disfrutando del olor de las manzanillas, el tomillo, Lástima que como a tu protagonista, nunca he llegado a conseguir volar lo suficientemente lejos. Me conformaré con segir siendo una obrera que de vez en cuando se da un paseo hasta las flores cercanas.
Besos.
Como la abeja Maya no pudo volar, pero como una mariposa juguetona, siiiii.
Que paisaje más bello has ido dibujando, Rosita de mi alma.
Un abrazo.
Qué bonito Rosa, ja ja ja y el final es maravilloso!!!!pobrecita niña...me encanta lo bien que describes al principio la naturaleza!
Un beso
Lo que daba yo por volar... y ya tengo una edad, ehh?.
Muy original, y quien no ha tenido esos ídolos de peque...
Besos, Rosa
Vaya paseo entretenido por plantas y árboles, todo un rosario de verdes estaciones para un viaje imposible.
Creo que el fallo es que se le olvidó el polo de rayas negras y amarillas.
Besos
A veces ponemos muy en alto nuestras aspiraciones. Tal vez los ídolos sean para ser admirados y no para querer ser como ellos.
Un beso!
Muy tierno, como todos los tuyos.
Un beso.
Hola buenas noches!
Un amigo común me invitó a entrar en tu blog para que viera tu forma de relatar.Y ..le agradezco que lo hiciera porque allí donde hay algo que aprender me gusta estar.
La descripción de los elementos de la naturaleza me huelen a fresco,a pinceladas que tu ídolo deja porque no tiene el aguijón de la malicia.
Besucos
Gó
Cualquier excusa es buena, para que despliegues toda tu poesia...
una vez, mis respeto, señora.
besos
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