jueves, 26 de marzo de 2015

Este jueves, palíndromos: "Oír ese río"





No quiero oír ese río que pasa por el cauce de mis venas,
tumulto de una sed vieja,
buscando orillas en el barranco de mi memoria.
No quiero inundar el légamo con el que modelar  pretextos,
ni quebrar los juncos a contra corriente de mi rabia.
Río ajeno a mi venero, prestada la queja al agua,
imparable como la tristeza,
el rumor de ti, amor,

aún me anega la vida.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Este jueves un relato desde la ventana





Ya está viejo, salió sigiloso por la ventana, yo le vi atravesando los tejados, recortando su figura al rojo transitar de la tarde. 
Aún no ha vuelto.
Mientras le espero alerta, conjugo el canto de los grillos con las voces de la calle. Pinto de azules todas las sombras,  la de las casas cerradas, la de los niños que no ríen, la de los amantes que  se niegan… brota del amor roto un grito azul que calla el eco del cascabel.
Llega apaleado y gacho, el pelaje maltrecho, la mirada perdida, negro, flaco, torpe, arrastrando sus siete vidas. 
Mi gato maúlla largo y lejos y para que no le riña, se queda en el alfeizar tragándose las estrellas.
Al otro lado de la ventana las chimeneas escupen humo…será por eso que es de noche.


miércoles, 11 de marzo de 2015

MIRADAS... Este jueves, relato.




Ahí estaba como cada día, derritiéndome con su aliento en mi nuca, sin atreverme a girar la cabeza para no encontrarme con la mirada de aquel extraño.
Ya sabía de su perfume, de su respiración pausada, del vacío que dejaba  en mí, cuando bajaba en su estación.
Ahora quisiera saber el color de sus pensamientos, el tacto de sus silencios, las siglas de su piel, los mapas de sus manos, el roce de sus pasos, el sabor de su sonrisa, el tamaño de sus sueños…
-Guiada por su perro baja al andén, camina segura dentro de su oscuridad, el corazón se le asoma a los ojos para ver la vida. 
El tren de las nueve y cuarto atraviesa la rutina-

viernes, 6 de marzo de 2015

Relato de jueves: "Curriculum de un fracasado"



Desgrana  su trayectoria entre las páginas de un curriculum estudiado.
Hoy ha  mudado  la piel como una serpiente, se ha desnudado de títulos y diplomas de honor, ha colgado la corbata, desandado el pasillo, acallado la queja.
Hoy asumió  las puertas cerradas, las sonrisas huecas, los vuelva usted mañana.
No es el que los demás quieren que sea. 
Fue de barro dúctil desde el primer renglón, masticó la rabia de saberse otro, mimetizaje perfecto de la cobardía, propicio veneno  para diluirse y no ser más que una  sombra entre los puntos suspensivos…
Aún así,  se ofrece.