Plancha el uniforme una y
otra vez para alisar las arrugas de la ausencia, tan difíciles de quitar, las
arrugas que el dolor deja allí dónde el
entendimiento no alcanza.
Así cada día, segando el silencio
con un soliloquio de palabras afiladas, guadaña de tiempo, hasta que su hija
enciende la luz y apaga los sueños.
-Vamos mamá, mañana será
otro día-
Ella se deja arrastrar de la
tarde a la noche sin apagar el candil de su vigilia esperando, siempre
esperando su vuelta.
Sin desdibujar la sonrisa,
la puerta entornada, el delantal atándole la pena, el luto revistiendo sus
huesos, las preguntas desnudándole el alma, muriéndose de a poco, sin dejar
rastro.
En su cuarto, improvisado
altar dónde reniega de Dios, lo espera
mientras aspira el olor de sus
cosas…
Lugar: Zaragoza, España
Blanco(s): Guardias civiles
y familiares
Fecha: 11 de diciembre de 1987
Tipo de ataque: atentado terrorista con explosivos
Arma(s): coche bomba
Muertos: 11
Heridos: 88
Perpetrador(es): ETA