martes, 19 de junio de 2018

Relatos para un jueves de fútbol:


A cara o cruz




Arquea la espalda en simulacro perfecto, como si parara el gol de la victoria.
No se paran los sueños en el espacio que hay entre sus manos y el larguero de la cama.
Agita los brazos, agita la rabia y se difumina el dolor dando paso al sueño.
La morfina cumple con su parte.
La otra parte grita desde dentro hasta desbaratar la razón.
No hay derecho. No. Sólo es un niño.
La vida se apunta un tanto, ¡por hoy hemos ganado!
Cara o cruz…nadie quiere jugar contra el cáncer.
El árbitro de todos los partidos, dicen que se llama Dios.



El marcador de la injusticia


                                                  


Llovía en el campamento de refugiados, el terreno de juego delimitado por una hilera de piedras, dejaba al horizonte la tarea de contar los pasos reglamentarios.
Mahel no abandonó su puesto a pesar de que el partido había terminado.
La pelota, un amasijo de trapos  que le había hecho su abuela, se había enganchado en las alambradas y esperaba que la lluvia la rodara hasta sus manos huérfanas de victoria.
Volver a casa con la sensación de haberse tragado la luna…
Mamá, hoy tampoco hemos ganado.
(Los niños aprenden las reglas del juego)