
Testamento
Saqué la caja de cartón dónde se guardan los estorbos, esa caja que se esconde para evitar saqueos emocionales y esperé a que todo en la casa durmiera para organizar la vida caduca de mis pertenencias.
Para no alertar, prendí una vela que diera la luz justa, cálida e intima a los fantasmas esparcidos sobre la mesa.
En el reloj de pared se desmenuzan las horas.
Cuando amanezca, la luz y el éxodo no deben cruzarse.
La cera habrá ardido justo al tiempo de que mi testamento este racionado.
Yo cierro los ojos y al tacto reconozco los objetos, los años pasan de golpe descontando colores, olores, sabores… toda yo dividida entre los cachivaches, dispuesta a regalarme sin previo aviso.
Hago montones con los sentimientos para adjudicarlos de uno en uno a los candidatos que a lo largo de mi vida fueron dejando sus solicitudes en el buzón de mis querencias.
Yo siempre fui rarita, les consta, y en un poema que escribí a los veinte años, ya les alertaba con estos versos dónde la métrica y la lógica no entendían de renglones:
"Si me pongo a hacer recuento
De mis tristezas y mis versos
Que, de forma equitativa
Heredaran, seguro, mis amigas
El día en que lloren fingiendo
Los enemigos en mi entierro,
Tendré toda una fortuna
De fracasos y de lunas
Que hilvanados como rezos
Serán generosamente regalos devueltos...
Más... sigamos con la hazaña
A ver a quien dejo mi amor y mi jaula.
¡Triste! Ninguno será sincero...
Ofreceré la amargura y todos dirán
-Si quiero-
y luego con la última rosa,
volveré a ser la dueña de todas las cosas.
Y me aplastaran con su peso
La amargura, la tristeza y mis versos…"
Pues así, no van a extrañarse de mis otras cosas importantes que les lego.
De mis tesoros fatuos, de mis desganas de dar y de darme… tan temprano.
Si la muerte me coge desprevenida en la risa ¿quién entendería mi alegría?
Si el amor me roza los labios con ese nombre prohibido ¿Quién se sabría mi dueño?
Si estalla la piel de mi memoria, si se desdibujan mi credo, mi norte y tú, ¿Quién escribirá caricias en mi espalda a modo de epitafio?
Vamos…
Sin equipaje, vámonos Imaginación, con la parca a otra parte.