viernes, 30 de octubre de 2015

HALLOBLOGWEEN 2015


Teresa Cameselle nos invita a  abrir la puerta del miedo




He notado que desde hace unas noches, la fotografía del abuelo,  esa que me sigue con la mirada apenas entro en el salón,  se mueve como un péndulo marcando mi miedo. 
Pintadas con azufre sus iniciales en la pared, delimitan su mortaja.
Huele a sangre seca y una agónica respiración  se oye a través de las puertas. 
El espejo se ha llenado de otras caras que no son la mía,  los gusanos hilan las cuencas de los ojos  para que no entre la luz.
No reconozco a los que habitan el espejo, me rodean acariciándome el pelo, sonríen  desdentados y se atropellan por asomarse a mi casa.
Mi abuelo se ha salido del cuadro, tiene telarañas, camina raro, se desmorona a cada paso y yo recojo sus trozos.
El reloj de bolsillo, vacío de tiempo, cuelga desacompasado de sus harapos, su voz ya no es la que yo recordaba, suena desde las simas llamándome.
Y acudo a buscar la ternura en los agujeros de su muerte.


jueves, 22 de octubre de 2015

Relato de jueves: "Chantaje emocional"





Otra vez...
Caminó igual que otras veces hasta agotarse.
Un cartel de neón anunciaba horarios de salida y llegada de los trenes.
La envolvía el sonido metálico de la voz anunciando destinos e inconscientemente viajaba de un lado a otro desde el humo de su taza.
Efímero muro ese humo que detiene el viaje de sus pensamientos.
Otra vez la cobardía, o el miedo. Y otra vez, agachando el alma y la cabeza, volvería a casa.
Otra vez mordería la rabia y haría del silencio un vestido de fiesta.
Otra vez ensayaría la sonrisa y la caricia.
Otra vez la mentira le desgarraría las paredes de la razón, dejando a la intemperie una realidad muerta. Otra vez, otra vez, otra vez...

Murió de una sobredosis de infelicidad. Ahora es un cadáver sin carné de identidad y el análisis de ADN no concuerda con el comentario de sus vecinas.
Nadie conocía su adicción al sufrimiento inútil.



jueves, 15 de octubre de 2015

Este, es un Jueves para las preguntas






¿Por qué no me preguntas nunca
cuando de repente  me torno oscura,
a que hora se enciende
el candil de mi alegría?
¿Por qué te quedas siempre
al filo de mi abismo,
sin que te alerte el lastre que arrojan mis días?
Cada vez estoy más hueca…
¿Por qué no te preguntas si me pesa la vida?
¿Por qué no me preguntas nunca
qué me sobra mientras me desnudas el cuerpo,
que me falta, que me estorba,
que tengo…?
¿Por qué te quedas siempre
al filo de tu silencio
Sin que te alerte la guadaña que me sangra?
Cada vez estás más  ciego…
¿Por qué no te preguntas dónde ardo cuando tú me apagas?
¿Porque no me preguntas nunca
cuando de repente estallan mis  alas,
si es la miel de tus barrotes
la que envenena mi vuelo?


jueves, 8 de octubre de 2015

Un titular de prensa sorprendente para este jueves


“Bandadas de avestruces migratorias causan el caos en la ciudad de Madrid”
 La noticia está fechada en octubre de 2015, cuando aún se escribía en papel.
El periódico, teñido de tiempo amarillo, es una reliquia familiar que heredé de mis abuelos. 
Hoy, octubre de 2085, cuento a mis nietos la historia mientras hojeo con un leve temblor los reveses del tiempo.   La tinta gastada, como un sudario, guarda parcelas de mi niñez…
“Aquella mañana se notó la helada en el agua de las fuentes. Madrid se había despertado tarde. Un sol gris tiñó de repente los tejados, una marabunta arrasó las calles en todas direcciones.
En los magnolios de los parques se escondieron los pájaros y los niños guardaron su asombro detrás de los cristales. 
 Los ojos desencajados de los avestruces buscaron cobijo en el horizonte ensayando un vuelo torpe que les despedazaba las plumas.
Su canto ensordecedor se apagó bajo la tierra. 
Cientos, un ejército de gigantes atravesaba la locura buscando el sur del sur” 

jueves, 1 de octubre de 2015

Este jueves PA-LA-BRAS



Pa-la-bras


Al principio,  entre los labios las dos palabras que me abrieron al mundo, Mamá, Papá.
Más tarde, rebosan  los vocablos y esas dos primigenias echan raíces. Llega el amor, el hermano, el hijo.
Todas las demás  agrupadas en Alegrías, son veredas para llegar a la libertad.
Las  palabras enmudecen ante el  dolor  y es la soledadinquilina  de oídos sordos, quien nos ocupa el alma.

Con la Muerte me pregunto si mereció la pena hilvanar  tantas letras   para Nada


(Perdón a algunos jueveros que ya conocían  éstas palabras de una anterior convocatoria)