21 de diciembre 2018
Desde hacía unos días, el invierno y la muerte acechaban tras los cristales. Tú lo sabías.
Supe que el invierno llegó anoche porque la escarcha heló las rosas que yo debía cortar
para ti esta mañana.
para ti esta mañana.
La muerte, se adelantó a todo.
-El laurel se está secando- me dijiste.
(Aún malvive, como mi rabia, abonando la tierra)
Los pájaros alcanzaron por fín la libertad, huérfanos de aire, amanecieron mudos
entre los barrotes la misma mañana de tu vuelo.
entre los barrotes la misma mañana de tu vuelo.
Y yo porque no soy pájaro, ni laurel, ni rosa, tengo que seguir sin querer,
añorando la primavera.
añorando la primavera.