Tú, apenas cinco
años cuando la polio segó tus carreras por el patio y yo a mis
diez, convertida en guardiana de esa muñeca preciosa que tenía pequitas
alrededor de la nariz y el pelo coloradote.
Me chantajeabas con esa gracia que sólo los ángeles tienen y me decías:
“Llévame en brazos que yo no puedo” y yo,
cargaba contigo a dónde tu mandabas.
Eras una artista, con todas tus limitaciones, una artista a
las que le crecieron alas para hacer realidad todos tus sueños.
Destacaste en
el deporte, natación y baloncesto representando a España en muchísimas
competiciones, más tarde, tu mejor hazaña, la de ser esposa y madre y no por
eso se durmió el gusanillo de la farándula que transitaba por tus venas.
Así que probaste suerte en el
teatro y en la danza y hoy todas las artes están a tus pies.
En estos momentos, estás en México, días de ensayos con "Moving 360", magia en tu silla de ruedas.
(Mª José Moya, mi prima)