jueves, 9 de marzo de 2017

Es jueves de relato. ¡Bon appetit!










Hambre, hambre, hambre… Mi silueta ya no cabe en la sombra.
Este hambre royéndome los huesos, dañina como los silencios, insistente como la culpa,esta hambre cosida al dobladillo de mis días,  este hambre…
Ahora que ya no te quiero, ni me quiero, voy a hacer de mi hambre un sudario.
Voy a cerrar los ojos y abrir la alacena para  barrer las migajas del deseo,
voy  a poner ugüento de miel a las palabras amargas,  a pintar con canela la palidez de mi miedo,  que mis manos amasen la cizaña para hacer el último pan mientras en la cocina, los sabores, como los besos, andarán buscando dueño.
Alhucema y tomillo perfuman el mantel dónde se sirve la realidad.  El agua de borrajas llena mi copa pero se ha extinguido la sed.
Has sembrado espejos hasta en el viento, arrastro de la siembra a la siega, tus reproches.
Ya no soy hermosa, ya sé que no.
Hambre, hambre, hambre…