(la promesa de la oruga)
Elegí la acacia entre todos los árboles del jardín y no me
preguntes el porqué.
El estanque está
cerca, es allí donde beben los gorriones, junto al mastranto
que deja su aroma a penas lo roza el aire.
Las amapolas y los jaramagos crecen sin orden
lo mismo que la enredadera que sin pedir permiso se abraza a los muros.
Cuando llega la tarde, el esquimo baja de los olivos, blanco
y delicado alfombrando la tierra.
Yo no sé si perderme diminuto entre los
encajes que la naturaleza ha puesto en las enaguas del horizonte y mecerme en
la noche, en ese columpio que
empujan los grillos con su canto, o vestirme
de azahar cuando amanezca la primavera…
Comienza mi transformación, sin pausa, la vida me invita a
morir un instante para renacer alada.
-Recostada en el tronco sueña despierta la mujer del pelo
rojo, sus palabras son una cárcel que me encierra. Cuenta que los jardines de
Aranjuez fueron diseñados por un ángel, habla
de un encuentro donde estalla la alegría y al que por esta vez debe renunciar…
y se oscurece-
Le he prometido que cuando despierte mariposa (las orugas nos nutrimos de la luz de las
acacias) volaré hasta esos jardines, blanca, hermosa y libre para hacerles saber que está con
ellos…aunque no esté.
Escribo ésto, mientras mis compañeros cuentistas, poetas, jueveros, asisten al VI encuentro, esta vez en Aranjuez. No he podido estar con ellos recorriendo esos maravillosos jardines... espero que me hayan "sentido"