El agua hierve a borbotones consumiéndose y el ruido de todas las cosas me aterra, pero no tengo aliento para apagar el fuego.
Tengo la mirada fija en la ventana, se distorsionan el pretil y el sol juntándose en un mismo horizonte raro.
Alargar la mano y parar el aire sería conveniente, mas no llego a cerrar el frío ni a borrar el color impreciso de la tarde.
Un mundo me separa de cualquier sitio y la prisa no es suficiente para escapar a alguna parte.
Boca abajo los relojes mientras me busco.
A dos pasos del día de mañana se encuentran mis fuerzas.
Creo que el ángel de la guarda ha muerto a los pies de mi cama.
6 comentarios:
tengo mi mano para apoyarla en tu hombro y darte ánimo si es preciso. Tus palabras son siempre tan bellas aun cuando estén de duelo....
a veces el miedo y el dolor se apodera de nosotros...el ángel seguro resurgirá si le damos ánimo!
un abrazo.
A veces, no hay voluntad ni ángel que tire de nosotros y nos extraiga, del pantano de las sábanas...
Abrazos
bellas y tristes palabras cielo....pero creo que ese ángel va a resurgir..cual Ave Fénix de sus cenizas...un beso guapa!!!
La prisa, cuando desconocemos los caminos que llevan al "lugar" que anhelamos, nos va desmembrando lentamente. Los anhelos llegan, se instalan y sólo se marchan cuando ellos así lo deciden. Pero el reloj, aunque no es nada fácil, siempre puedes arrojarlo al cubo de la basura.
Besos.
No soy ni quizas merezca ser tu Angel, pero mi mano esta tendida siempre para traerte al lugar seguro donde los abrazos son lo cotidiano, los besos encuentros imprevistos y el Amor...la vida.
Un beso en tu alma
Ángel.
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