Mi gato y tú os pareceis.
Sois libres, pero volveis a mi regazo cuando os faltan las caricias.
Cuando se va.... o te vas.... callo sin esperar el regreso.
Si me miran sus ojos glaucos, no se lo que piensa.
Cuando tú me miras, sé. De sobra sé.
Por eso muerdo el perfil de la luna si sonries
y alargo el deseo hasta la noche sin dueño.
Luego ahogo mi maullido en la almohada mientras él
se aleja sigiloso por los tejados.
¡Que manera de querer, la vuestra!
9 comentarios:
Siempre que te leo Rosa me dejas sin palabras, solo siento, así sin más, solo siento.
Un abrazo.
Pues si. Dan ganas de ser un poco perra y abandonar el papel de gata sumisa.
Muy buen micro, Rosa. Siempre es un placer leerte.
Cualquier felino suele ensañarse con su presa! jejeje
Un abrazo.
Felino de ojos y tú, muerdes la luna...
Rosa, de nuevo, para no variar me fascinas, me prendes de tus palabras, cortas, y me evocas maullidos. Aplauso largo no micro.
Besito cariñoso.
Muy buen relato, lleno de matices, de simbología... el gato que se vá por los tejados...en busca de gatitas de salto ligero, pero que vuelve ronroneando,,,mimoso y se le acoge mil veces... La historia de muchos gatos...que les dejan regresar y les acarician la barriga...
Besitos.
Bueno, cómo es eso de que mejor un león en la cama y un gatito en el regazo???
jajajaja!
Un beso rosado, amiga!
Hola, Rosa.
¡Ay! si esas almohadas nos traicionaran algún día al recibir el don de la palabra...
Siempre es un deleite pasear por tus letras. Llegan certeras al centro del corazón.
Te dejo un fuerte abrazo y mi gratitud por ayudarme con el equipaje.
Maat
-...qué manera de querer la vuestra!!!
todo dicho... lo tomas o lo dejas.
Lo que nunca dejo es de leerte, porque es un disfrute asegurado.
besotes
Dicen que hay que castrar a los gatos para que no se vayan Rosa! (Es sólo una idea eh, espero no la pongas en práctica jaja)
Un abrazo
Publicar un comentario