jueves, 7 de julio de 2011
Relato de jueves "Queridas palabras 2"
(Un relato utilizando mis diez queridas palabras de la convocatoria anterior)
Tuvo miedo cuando su aliento talló el cristal del espejo. Su adiós segó el aire del patio y aprendió a morirse poco a poco, como la sombra de la aspidistra.
En el reloj de su espalda se pararon los días descontando las caricias, ahora sueña una cuna donde el deseo de los amantes germine…
Parió sola. La luna contada nueve veces, se recostó en los tejados, el solano trajo el rubor del trigo, estalló el llanto en una mirada violeta y le esperó el resto de su vida.
Nunca más volvieron los titiriteros al pueblo.
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11 comentarios:
Hay rosa que me dejas sin palabras, hasta el aliento se me corto. PRECIOSO.
Un abrazo.
Que bonito!! Cuanto hay en tan poquitas palabras...
Besotes!!
Rosa eres genial, me estremezco con tus intensas y bellas palabras.
Esa mujer sola, ese espejo, esa sombra, ese vientre, el parto, y las caricias que se llevaron los titiriteros. Sabes, amiga dejar espacios entre frases, como suspiros que ponemos al leerte, sabes crear finales dejando una melancolia inquietante, sabes...
No tengo palabras Rosa, siempre me llegas muy hondo. Nos vemos, un dulce besito.
Una síntesis preciosa hilvanando con maestría una historia triste y muy emotiva.
Un abrazo.
Como el encaje de Camariñas, es el que con solo diez palabras clave has sabido tejer, dándole a ellas una ligazón y un sentido con una emotividad que me ha llegado muy adentro.
Cuando dejaras de sorprenderme ?. Por favor no lo hagas nunca !
Permítaseme darte un sentido abrazo.
J. F.
Germinales palabras las tuyas, que nos describen una historia completa.
un fuertísimo abrazo, maga de las letras (y de las palabras!)
La historia es tremenda, dice tanto como siempre dicen tus historias.
Me encantan los tiempos verbales que elegiste: talló, segó, aprendió (a morirse). Todos en indefinido.
Solo sueña, en presente con ilusión.
La historia es buena, pero la forma ni te cuento.
Besos Rosa.
No me queda más remedio que aplaudir fuertemente hasta que las manos me duelan. Un relato bello, íntimo, hermoso. Magníficamente bien enlazado a través de tus diez palabras que culmina con la frase final sobre el no retorno de los titiriteros.
Un abrazo.
Lo lei varias veces, pues no me cansa el suspiro y la emoción que me provocan tus palabras.
Con ser tan pocas, tienen la fuerza de un vendaval y sugieren lo que uno no desearía mirar.
Precioso relato Rosa, te mando un gran abrazo
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