miércoles, 14 de noviembre de 2012

Relato de jueves: "La tragedia de la marioneta"







Nadie le preguntó de qué color quería sus ojos,   qué música poner a sus silencios,  qué susurro al vuelo de su falda, nadie midió el espacio entre los hilos y los sueños.
Se  encontró de repente la palabra mutilada,  la queja, guadaña  en el aire. 
La última puntada encierra la libertad  poniendo una  cicatriz de  oropel  donde se apaga el latido.
Otros deciden el revés de su  tristeza.
Ya sólo es lo que los demás quieren que sea.
Hábil hacedor quien la maneja sin revelar la trama para que nadie  sepa la historia  de sus harapos.
Las marionetas no sangran más que por la mirada.







26 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Y hay tantas marionetas de carne y hueso padeciendo los caprichos de quienes se creen sus hacedores!,,,un drama que encierra tragedias de hoy y de siempre.
Muchas gracias rosa por sumarte a esta convocatoria!
=)

Leonor dijo...

Que nos manejen cuando ya no podamos cuidarnos nosotros mismos tiene un pase, lo peor es que lo intenten hacer a pesar de nuestra oposición. ¡Hay tantos que se creen con ese derecho!.

Un beso

Natàlia Tàrraco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Natàlia Tàrraco dijo...

Por la mirada lloran lágrimas rojas, aquel o aquella que las manipula nunca llora, domina y se envenena.

Rosa, ¿tengo que volver a decirlo? Siempre logras atarme sin hilos, de forma fascinada por tu creatividad intensísima, felicitación y besito.

Tracy dijo...

¡¡¡Qué preciosidad!!!, Cómo me ha gustado y la frase final es contundente. Genial.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Bonita imagen la escogida. Na die le pide el parecer a esa pobre marioneta, no tiene más remedio que hacer lo que su creador quiere, como a muchos de nosotros nos pasa en la realidad actual.
Buen relato y reflexión
Un abrazo

Valaf dijo...

Las marionetas de carne y hueso, hueso, carne y sangre de cañón. En este caso, los titiriteros, no merecen el rango de persona.

Un beso

Montserrat Sala dijo...

Hermosa descripción de la tragedia de la marioneta.
Un verdadero drama, saberse siempre manejada, sin saber por quien. sin saber si su hacedor la protege, la ridiculiza, o la ama.
me ha encantado. Saludos.

Juan Carlos Celorio dijo...

Triste ser hecho para ser manejado. Depender de la habilidad del titiritero. Y, el titiritero mismo ¿no se priva de libertad? (Vaya creo que me salió el "carcelero, tu nunca podrás gozarla" de D.Miguel).
Besos, Rosa.

Fabián Madrid dijo...

Muy triste la historia de la marioneta. Un beso

censurasigloXXI dijo...

Veo que casi todos hemos coincidido en lo mismo. Me parece que somos todos más o menos marionetas; los que manejan los hilos dicen que todo va bien y que todo lo hacen por nuestro bien...

Un beso y un café, amiga Rosa.

Anónimo dijo...

Pienso que las marionetas nacieron como una necesidad del ser humano oprimido, manipulado, manejado, de proyectar y representar su propia tragedia.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Hola Rosa,

Yo soy otro "marionetista" esta semana. Así que me conmueve leer tu texto, que es de una belleza y una perfección especiales...

Te compro a cualquier precio, porque no tiene precio ese...
"La última puntada encierra la libertad poniendo una cicatriz de oropel donde se apaga el latido".

Mi admiración.
Muac.

tereoteo dijo...

Triste la vida de la marioneta siempre a merced de lo que quiera hacer con sus hilos.
La última frase bestial!!
Muchos besos!

Alfredo dijo...

Le has puesto color a sus ojos y música a su silencio.
Poco color y poca música, justo la que corresponde, la que necesita.
Menos es más.

Besos

Maria Liberona dijo...

que belleza de relato aaaahhhhh !!! realmente increible me has emocionado, me has dejado con una sensación que... es imposible describir... EXCELENTE, MIL FELICITACIONES, UNA BELLEZA

Cecy dijo...

Le has dado la voz necesaria para gritar, Rosa.

Precisa, directa y a sangre.

Un abrazo.

San dijo...

Una historia dura y cruel por lo real, esas marionetas de carne y hueso, las que realmente padecen y silencian, tú le has puesto hoy palabras, las justas, las necesarias.
Bellisimo Rosa.
Un abrazo.

Sindel Avefénix dijo...

BUENISIMO!!! Que historia triste, me impactó la frase final.
Un besote.

casss dijo...

Quiero creer en algun momento, los hilos se pueden cortar...
Mientras tanto te leo y me nutro de poesía.

Besos

Lucía m.escribanoblogsport.com dijo...

Rosa, espero que pronto llegue el tiempo en que dejen de llorar las marionetas, y empiecen a pedir sus derechos, los silencios algunas veces, gritan atronadoramente, y el alma privada de palabra exije al fin, que se le escuche...
besos a tu luna

Mar dijo...

Será que la mirada es el único medio que tiene para trasmitir su desdicha.

Triste relato.

Bss.

María José Moreno dijo...

Quien tuviera unas enormes tijeras par cortar todos esos hilos. Poesia en estado puro tus plabras. Delicada ante tan tamaña crueldad. Me encantó. Besos

Matices dijo...

Pobre marioneta, hay quien se cree importante por manejar a otros. Muy sentido e imprime muy bien el sentir de muchas personas...

Besos

miralunas dijo...

me pareció una tragedia de mujeres.
qué profundamente sensible, Rosa!

Arisenag dijo...

Bello y triste poema .. la crueldad a veces no tiene límites..
Un símil perfecto con la desgarradora realidad en que nos vemos inmersos.. dirigidos por impresentables deshumanizados ...

Un cálido abrazo