jueves, 23 de enero de 2014

A mi relato de jueves invito a...

  

Ahora desde esta esquina del patio, con tus patas ancladas a la tierra, tu mirada fija al poniente y a la enredadera, tu pelaje de cemento que no alborota la brisa… ahora, cuando lleguen los niños, porque es hora de visita, a esta casa donde vivió Juan Ramón, se llenaran de colores los arriates, de risas, de preguntas, porque los niños, Platero, no saben la diferencia entre la realidad y la fantasía y querrán acariciar al burrito pequeño y peludo, como de algodón y buscarán por el suelo los azabaches de tus ojos sin encontrarlos y preguntarán al maestro el porqué de tu quietud, de tu frialdad de estatua.
Ahora que pueden leerse los versos del poeta escritos en la cal de las paredes, en los renglones amarillos de sus primeras notas, antes de que trotases por su mente y te diera vida con el barro dúctil de su palabra, antes de que tuvieras nombre, Platero, ya te añoraban las calles, los campos, el cielo de Moguer.
Ahora que atesoro el instante de tenerte  solo para mí, me dejas recostar a la sombra de  tu panza y describo en mi cuaderno como pasó la vida por los cimientos y tú sigues estando  vivo aún en la piedra.
Recorro las estancias  antes de que la luz, como pintada a zarpazos, deje en los tejados versos violeta. Huele a mastranto que crece junto a la pileta del agua donde gotea  la verde alegría de tu presencia.
La algarabía de las chicharras escondidas en los olivos, el eco del arroyo y las esquilas de los rebaños se saben ocupas de tus alforjas, Platero.
Y detrás de la cancela que da a la calle, se abre el campo con sus páginas escritas de ti con la tinta indeleble de  la ternura.


Desde el patio de la casa natal de Juan Ramón Jimenez en Moguer
Platero y yo.

18 comentarios:

Leonor dijo...

Vaya! qué casualidad que hemos elegido el mismo personaje. Tus palabras como las mías son un homenaje a ese tierno burrito.

Un beso.

LAO dijo...

Platero y Yo es un libro que me acompañó desde la infancia Rosa. ¡Lindo homenaje!

Gaby* dijo...

Qué bello recuerdo has traído a mi mente! Épocas de escolar, y la maestra leyéndonos a Platero.
Le has dado un tono tan dulce y melancólico, que llega al alma. La foto, pone ese toque especial, ese patio... y esa escultura en su honor. Un relato con aroma a infancia.
Besos!
Gaby*

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Un digno homenaje a la ternura que inspiró -e inspira aún- aquel entrañable burrito!
Un abrazo

Sindel Avefénix dijo...

Un libro precioso, que siempre me emocionó, un invitado tierno y un homenaje precioso que da gusto leer.
Un beso.

Cristina Piñar dijo...

Platero nunca pasará de moda. De hecho, sois varios los que habéis coincidido en hacerle un pequeño homenaje con vuestros textos. Un beso.

Tracy dijo...

Platero siempre ha sido, es y será un buen invitado a cualquier sitio que vaya.

Loquita Diplomada dijo...

Muy linda evocación a tan querido burrito, convertido en una escultura en el propio patio de Juan Ramón Jimenez, mucha ternura en tus palabras.
Gracias por participar de este jueves de relatos!
Un beso!

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Un precioso homenaje a Platero y a su autor.
Un abrazo

casss dijo...

"Ahora que atesoro el instante de tenerte solo para mí,"

Qué bien aprovechado ese instante!!!

besos, Rosa

Natàlia Tàrraco dijo...

Eres la segunda que rinde homenaje al entrañable Platero, y con razón, se presiente en Moguer su trotecillo alegre, Rosa, en tus palabras se respira la atmósfera de unos versos eternos y dulces, se escuchan las chicharras y se descuelga el cielo azul, luminoso para acariciar esa escultura en la casa del poeta.
Besitos

Juan Carlos Celorio dijo...

Platero no puede inmortalizarse en una estatua. Leo en tu relato el contraste entre las sensaciones que provocaba y esa figura que le recuerda.
Besos, amiga.

tereoteo dijo...

Un libro precioso y un relato tierno y dulce con un invitado muy especial!
Un beso!

Mar dijo...

Hala, que bonito te ha quedado. Acostumbrado como está Platero a la prosa de J.R. Jiménez, este relato tuyo no lo va a extrañar.

Bss.

Alfredo Cot dijo...

Tierno Platero y sensible Juan Ramón, para Rosa queda todo lo demás. La síntesis poética y la visión de unas páginas en tres dimensiones.
Besos

emejota dijo...

He vuelto a acariciar al querido Platero mediante tu narración y ha resultado todo un placer. Besos.

emejota dijo...

He vuelto a acariciar al querido Platero mediante tu narración y ha resultado todo un placer. Besos.

Unknown dijo...

El pequeño Platero aparece de nuevo, por la forma en la que hablas se nota que te trae buenos recuerdos. Buen relato . Besote