jueves, 26 de mayo de 2016

Este jueves un relato desde el Museo de Bellas Artes de Sevilla



Es el eco el que juega en éstas habitaciones vacías. Mis pasos se arrastran igual que la escoba por el mármol de las estancias.  
Ya se apagaron los cientos de ojos que transitaron por los lienzos en las horas de visita, ahora el silencio y yo nos quedamos a solas con la palidez de la señora del cuadro.
Yo siento que me sigue con la mirada, siento que escucha mis soliloquios y hasta se compadece del dolor de mis huesos mientras  paso la aljofifa por el suelo.
El niño parece querer salirse del cuadro, a veces yo extiendo mis brazos ofreciéndome a cogerlo. La Virgen de la Servilleta que pintara Murillo, es el alma que respira conmigo cada noche.
Comparto luces y sombras con Zurbarán, Velázquez o El Greco, me escondo  por los rincones del Museo de Bellas Artes  hasta que el sol llama a la puerta  y el vigilante comienza su ronda en el Patio del Aljibe.
Me da los buenos días con la complicidad de quien no quiere saber…
Me aliso el uniforme y la sonrisa y  respiro  aliviada bajo el Claustro de los Bojes.
Las diez. Cientos de ojos se pierden por las galerías buscando la belleza. 
Yo no entiendo de arte.  Sólo soy la señora de la limpieza.


18 comentarios:

Sindel Avefénix dijo...

Su refugio nocturno, bajo el uniforme que la habilita para transitar por ese espacio que es mucho más que un museo, su techo. Me gusta la complicidad del vigilante que prefiere no ver, ni saber. Al menos tiene un lugar donde reposar un rato sus adoloridos huesos.
Un abrazo enorme.

Ester dijo...

todos los que han pasado la noche en un museo eran visitantes, tu has elegido a la señora de la limpieza que ademas no entiende de arte pero distingue pintores y tonos en la pintura, aprecia el alma de los cuadros. Me ha encantado tu aporte. Abrazos

AdolfO ReltiH dijo...

IBA LEYENDO E IBA RECREANDO LAS IMÁGENES. EXCELENTE!!!
ABRAZOS

Montserrat Sala dijo...

Un punto de vista deferente y muy acertado. eres genial Rosa, me ha gustado un motón. Salud y suerte, amiga Rosa.

censurasigloXXI dijo...

Entiende ella más de arte que muchos "cultureros del tres al cuarto" que halagan un manchurrón y encima alardean de haber descifrado su significado. Bravo por la señora.

Un beso, guapis.

Juan L. Trujillo dijo...

No hay que entender de arte, solo es preciso tener las sensibilidad, la ternura y el amor de esa mujer de la limpieza.
Los museos y la vida son mejores con esa clase de personas.
Bravo por tu relato. Es de premio.
Un abrazo.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

La sensibilidad no entiende de uniformes!
Entrañable texto, me encantó leerlo.
Un abrazo

yessykan dijo...

A veces los trabajadores sencillos son más perceptibles que los ilustrados. Me gusto ese toque de ternura a tu relato. =0)
Beso

Lucía m.escribanoblogsport.com dijo...

Menudo giro magistral que le has dado al relato. ¡ Bravo ! ha sido una sorpresa muy agradable encontrarme con la señora de la limpieza, tiene el alma llena de ternura...y eso no se aprende en las universidades. Me gusta la virgen de la servilleta y ese niño que parece querer salir del cuadro a jugar.
Gracias Rosa por este delicioso jueves.
Abrazos y besos para todos, querida amiga

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Un buen oficio en un museo, tiene el gran pribilegio de disfrutar a solas decesas grandes obras de artes.
Me gustó mucho tu relato.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Soy tan torpe que nunca entendí aquello de entender el arte. Una obra, en mi modesta opinión, te llena el alma, te provoca sensaciones, te produce estremecimmientos o no te dice nada, para mí es así de simple y complejo al mismo tiempo. Esaa señora de la limpieza con ese ademán de extender los brazos hacia el niño, estaba valorando esa obra de la mejor manera, dejándose imbuir por la magia del cuadro.
Precioso relato. ¿Cuando no?.
Un fuerte abrazo, Rosa.

Charo dijo...

Es posible que esté sola pero creo que se siente bastante acompañada por todos los representados en los cuadros. Nos has hecho un bonito recorrido por el museo.
Un beso

Charo dijo...
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El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Y al mismo tiempo entiende el arte, con su sensibilidad.
Un abrazo

Mag dijo...

He sentido más que pasear, flotar por esos espacios... El niño, la virgen... y todo lo demás...
Si tuvieran vida no inerte, aunque suene extraño esto que digo, creo que a más de uno nos meterían dentro de su cuadro pero para no ser vistos...

Un beso enorme y te felicito por esta entrada... por su sensibilidad.

Juan Carlos Celorio dijo...

Queda claro que el arte no es patrimonio de las personas de cultura, sino de cualquiera que lo sienta.
Me encantó la visión del cuadro.
Muchos besos.

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Me encanta la forma en que lo planteas, con sorpresa al final. Muchas veces las personas mas sencillas, las que dicen no entender son las que mas sienten el arte. Besos.

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Me encanta la forma en que lo planteas, con sorpresa al final. Muchas veces las personas mas sencillas, las que dicen no entender son las que mas sienten el arte. Besos.