miércoles, 13 de enero de 2010

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Leyó en el cartel que anunciaba la taberna: "Esta es la puerta por dónde pasan las penas para exiliarse"
Y bebió sin conseguir lo anunciado.
Pidió una hoja de reclamaciones donde escribió: "Una borrachera es sólo la efímera frontera del olvido"

4 comentarios:

Lupe dijo...

¡Genial, Rosa, genial!

Un abrazo grande.

Maat

ralero dijo...

Sí, pero, además, para llegar hasta esa frontera infranqueable, hay que cogerla tan gorda y enfrentar en el proceso tantos recuerdos, que quizá lo mejor sea no iniciar ese viaje.

Un abrazo.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jejjeje así es, no bebo, pero imagino que el alcohol no hace milagros!

un abrazo.

jose francsico dijo...

Triste sino aquel que a traves del exilio, hace que abandones tus raices.

Peor exilio es el voluntario de tu pròpia voluntad que buscas a partir del alcohol, y que inexorablemente una vez pasados sus efectos te vuelven a dejar en el lugar que no deseas.

J. F.

Mis disculpas si algùna vez te has sentido molesta por mis "te quiero", que aunque en un principio surgieron de un equivoco que ahora no viene al caso, siempre han sido sentidos.