Lléname los zapatos de pasos hacia ti,
guárdame del espejo ingrato de los charcos.
dibújame besos al trasluz de tu magia,
endúlzame los sinsabores del tiempo,
siémbrame de certezas los sueños,
susúrrame al oído, que vienes para quedarte,
tráeme las sobras de tu dicha,
que, de verdad, no me importa...
Ser la otra.
4 comentarios:
Precioso y triste el final....si no se puede ser la una,lo mejor es que no duela ser la otra.
Besos!
Cautivadoras palabras.Si no duele y es por propia elección !que más de quien se sea si hay amor!
Un abrazo.
Genial, como siempre.
La imaginación vuela dulce y la realidad aterriza reposada.
Besos
Eso es sentimiento y fuerza...
Olé!!! amiga de letras,
Edith
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