Ante notario nos repartimos lo quedó del naufragio.
Un amor con agujeros predestinado desde la primera ola.
Los abrazos a medias, los silencios a medias,
las astillas de la costumbre,
el hambre de caricias…
¿Algo que declarar?
Si.
Aún se nos escapa la sal por los ojos.
2 comentarios:
Cada ruptura es un naufragio, qué verdad, con notario o sin él, es un repartir agujeros del alma.
Un abrazo
Que triste la ruptura y que bien la defines. Poesía.
Una abrazo.
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