martes, 28 de octubre de 2008
desnuda para la entrega
-Desnuda para la entrega-
Yo debo amarte como hasta ahora,
oyendo tu susurro de mar, de lejos,
tu voz azul colgada de un hilo
que une dos caracolas huecas.
Dices que me tienes en las madrugadas
cuando la soledad y el alcohol te enajenan,
que vivo golpeando tu ventana
como viento de sur que entorpece tu marea.
Y yo ya no se, si así te quiero...
Por hoy, amor,
prefiero ocupar tus renglones a tu almohada.
No añorar más nunca tu paraíso regalado,
ni esa puerta entornada de tu vida
que espera siempre oír mis pasos sin retorno.
Hoy ya no se si quiero arribar a tu puerto y quedarme.
Pero la casa, esa casa, tu casa...
Píntala de otro color,
cámbiale la veleta o el aire,
bórrale el nombre que yo no pueda reconocerla,
ciérrala
A tu casa, amor,
hay que ir desnuda para la entrega.
Y no quiero caer en la tentación... mañana,
de atravesar tu puerta vestida de lástima.
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4 comentarios:
Me amortajó tu ausencia de arduo llanto
y, aquí en las sombras hace frío.
Si has de venir desnuda, nunca vengas,
te anegaría el virus de mi hielo.
Vente mejor enfundada de afectos
y dame un sólo instante
la cálida compaña de un "te quiero".
Improvisé.
Un abrazo.
Cuando el comentario es infinitamente mejor quel el poema....decir gracias,suena tan pobre...
Un abrazo, Rafa.
Sé que, para determinadas personas no es fácil, pero intenta no infravalorarte.
Verás, quizá una de esas personas sea yo, porque la verdad, que salvo algunos, la mayoría de mis textos nunca terminan de gustarme, pero bueno...
Abrazos.
Ps. Veo que la cara oculta de la Luna ha dejado de estarlo. Me alegro. La cara del Éxodo estuvo mucho tiempo al descubierto, pero, ya presagiando el traslado del destierro desde la isla de la lila celeste a su actual hipogeo, decidió ocultarla para siempre.
Lástima, yo llegue tarde, en los días previos al desalojo de tus raices, cuando ya estabas oculto.
De todas formas, puedo imaginarte.
Besos
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